Lo están intentando relanzar, aunque el servicio lleva activo desde 2002 cuando aplicaron el dicho popular de “si la montaña no viene a Mahoma, va Mahoma a la montaña”. Y eso hacen en versión libro o película. También CD. A través de los voluntarios del centro Ágora, atienden las peticiones de coruñeses que bien de forma temporal por una lesión o porque su movilidad es reducida, no pueden ir hasta el edificio a por sus recetas culturales y es la propia biblioteca quien lo gestiona todo. Cuenta su directora, Cristina Ameijeras, que para que el servicio a domicilio cuajara en la ciudad, hablaron en su momento con el personal sanitario en los centros de salud. Además, se dirigieron a los asistentes sociales y en Grumico, se difundió el mensaje entre los socios. Y es que el objetivo no es otro que hacer la vida más fácil y que la cultura sea accesible. Como les costaba llegar a su público objetivo, hace unas semanas que colgaron un cartel sobre el cristal. Cuenta Cristina que las redes sociales hicieron el resto porque por una tuitera que puso la foto en internet, la misiva se hizo viral y el 010 no para de recibir llamadas sobre el tema.
En la actualidad, son tres los vecinos que demandan títulos a distancia y se dejan aconsejar por los expertos. El carné lo formalizan desde el Ágora. No se necesita firmar, con una llamada o desde el ordenador, uno puede conseguir el pase a los fondos de un centro que cogió la idea de O Castrillón, que fueron hace 17 años pioneros en dar este servicio. Cristina comenta que si el socio baraja títulos concretos para masticar entre horas, ellos se lo dispensan sin más. El servicio es a la carta, pero también ofrece un plus. Según los gustos y preferencias del que no puede estar físicamente en el Ágora, los bibliotecarios se ponen a trabajar para que a su vivienda le llegue una selección de propuestas y elija, vea y compare. Que disfrute y siga sumando préstamos en una intención de aumentar la comunidad de lectores y cinéfilos. De melómanos que tienen a su disposición toda una amalgama de estilos y de artistas para hacer más agradable las tardes.
Y no solo se los llevan, también los recogen cuando se acaba el plazo. Desde el Agra distribuyen ejemplares a toda la ciudad, da igual de donde provenga la llamada. Su radio de acción llega hasta Elviña y Matogrande. Solo es necesario marcar el número de teléfono 981 189 886 y enumerar el pedido como quien pide pizzas, pero con ingredientes extra de suspense o aventuras. Eso ya es cosa del usuario.
Además, abastecen el punto de lectura del centro de salud de Labañou con ejemplares, “es un servicio donde dejamos libros e información para que todos, sobre todo, los niños puedan estar entretenidos”. Y que todos crezcan con una imaginación grande al lomo.