En la Mostra de Encaixe de Camariñas podemos encontrar otras artesanías, algunas ya clásicas en la feria, desde los primeros años. Este año hay mayor variedad de productos.
Este año de nuevo en un lugar central están las encajeras internacionales, algunas llegadas desde puntos tan lejanos como Rusia. Olga Manchur es profesora de encaje en Nizhni Novgorod, en el Volga. Con ella está en el primer puesto de la feria y al lado de otro estand ruso su alumna aventajada, Nastia Nikulina. Ellas hacen “krujevo”, un encaje tradicional de su zona, pues Olga explica que Rusia es muy grande y hay muchas variedades. Su labor llegó de Europa occidental hace trescientos años, por ello está documentado en la misma época que el de Camariñas. En su estilo usan motivos vegetales, como hojas o flores, con hilo fino y también en plata y oro. De sus puertos llegaba el hilo y el lino usado por nuestras palilleiras y costureras.
Olga quiere recordar a sus antepasados, a las artesanas que guardaron la tradición e hicieron que llegara a nuestros días. Las encajeras rusas estuvieron unos días en Madrid y luego se desplazaron a Santiago de Compostela. Les encanta España.
Silvina Muñoz es una repostera de Xaviña que está presente con huevos de Pascua de chocolate y variadas piezas de productos hechos con este producto como unas piruletas con imágenes de enclaves característicos del municipio. La artesana y sus dos ayudantes se vistieron en su estand reproduciendo a las chicas pin-up de los años cuarenta y aportan una de las más sorprendentes incorporaciones del encaje local a otras variedades, en este caso tanto comerciales como artesanas. Silvina llegó de Mendoza (Argentina) en donde trabajaba en el mismo ramo con su marido que es de Xaviña y decidió “decorar los tradicionales huevos de Pascua con nuevos motivos, vestirlos un poco”. Y en la feria trae los huevos de chocolate de su obradoiro local en distintas formas con reproducciones de picados de encaje local adornando las piezas de chocolate.