Álex Bergantiños, centrocampista del Deportivo, fue el encargado de atender a los medios de comunicación tras la sesión de entrenamiento de ayer y comentó que, a falta de trece jornadas para el final de la Liga Adelante, empiezan a jugar “los nervios” y cada victoria tiene más valor.
“Cada semana que pasa, una victoria puede ser un mundo porque a todos los equipos les cuesta ganar. Más ahora que entran los nervios de final de temporada. Cada partido es un pasito más para conseguir el objetivo y finales van a ser todas”, comentó el jugador coruñés en rueda de prensa tras la sesión de trabajo más larga y exigente de la semana de trabajo.
El centrocampista afirmó que “nunca había vivido una competición tan igualada” como esta, “con tan poca diferencia de nivel entre todos los equipos”.
“Faltan trece partidos y está todo muy apretado. Cualquiera que enlace tres victorias puede luchar por cosas importantes. Las quinielas este año en Segunda dan mucho dinero porque son muy imprevisibles”, dijo.
En este sentido, recordó la derrota del Deportivo ante el Mirandés el pasado sábado en Anduva (1-0) como consecuencia de un polémico penalti que provocó el propio Álex Bergantiños sobre Pablo Infante.
“Toco el balón, él tropieza conmigo, el árbitro decide en un par de segundos y decide otra cosa, pero ya estamos pasando página porque es algo con lo que no se puede hacer nada. Él decidió eso y por mala suerte esta vez nos perjudicó. Es mi opinión”, indicó el futbolista.
El jugador blanquiazul explicó que el Deportivo, segundo clasificado de la Liga Adelante, tiene “altibajos, como todos” los equipos, y deseó hacer un partido en el que “convenzan los noventa minutos”.
“Pero va a ser difícil por la igualdad, porque vamos a tener delante al Barça B, un equipo incómodo, un filial, que siempre es imprevisible, que no sabes cómo puede tener el día”, comentó ante los periodistas.
Álex advirtió de que a equipos como el azulgrana “lo más importante es robarles el balón en zonas peligrosas en las que quedan descubiertos”.
El centrocampista aseguró que el público de Riazor “es sabio y comprensivo” y no se “va a poner nervioso” en el caso de que no tenga “la posesión”.
“Tenemos que adaptarnos a los que somos. El equipo está arriba por ser fuerte defensivamente y es algo que no d