Memoria de Sada es más que una exposición. De hecho, no es simplemente un archivo de fotografías de la localidad. Es mucho más que eso. Es un pedacito de cada vecino, de los actuales y de sus antepasados, de los que vivieron allí toda su vida y de los que emigraron. Es la historia de Sada. Es, en definitiva, un viaje en el tiempo que enseña al espectador lo que fueron el municipio y sus gentes.
Porque son ellos, los propios sadenses, los que hacen posible esta muestra. Con la cesión de las imágenes, la organización, que corre a cargo Memoria de Sada –un colectivo formado por siete personas que surgió tras un curso del aula CeMIT– ha ido recopilándolas y haciendo una selección para dar forma a la exposición que se puede visitar en la Capela de San Roque durante todo este mes.
La implicación de los vecinos ha sido absoluta. Ya lo fue el pasado año, cuando se celebró la primera edición de esta muestra, y lo ha seguido siendo no solo de cara a este mismo año, sino que hay material para rato, como confirman los promotores de Memoria de Sada.
Tanto es así que lo que se puede contemplar actualmente en la Capela son alrededor de 400 fotografías, lo que supone apenas la quinta parte de las imágenes de las que se dispone en el archivo. Personajes como O’Roxo, Andrés López Boutureira, Manolo Galán y Antonia Guerra, O’Moucho y Pilar de Martillos y tantos otros son recordados en esta selección, así como las tradiciones populares como romerías, comidas campestres, danzas de arcos...
La recopilación de las fotos comenzó hace aproximadamente dos años y medio, cuando se decidió, una vez que se dispuso de una cantidad importante, colgarlas en una página web –del mismo nombre, www.memoriadesada.com–. Fue tal el éxito que tuvo que la decisión de realizar una exposición no fue en absoluto difícil de tomar. Es más, facilitaba también las cosas a aquellos que no tenían ordenador o acceso a internet y no podían, si no era físicamente, disfrutar de ella.
Dicho y hecho. Con la colaboración pues del Ayuntamiento, la iniciativa fue cogiendo forma y la primera muestra, que tuvo lugar en 2013, fue un acierto. Entonces había algunas fotos menos que ahora, pero llamaba la atención los grupillos que se formaban alrededor de algunas imágenes, recordando tiempos pasados. Tanto los vecinos interesados en ver la muestra como aquellos que se habían encargado de hacerla posible, disfrutaron enormemente de esa experiencia. Por tanto, había que repetir. Así, mientras se incrementaba de manera fulgurante el archivo con el que trabajaban en Memoria de Sada, se pensaba ya en la edición de 2014, exposición inaugurada el pasado día 2 y que se podrá visitar durante cuatro semanas, hasta el día 30.
La implicación es tal que se reciben correos electrónicos durante todo el año –incluso de emigrantes en distintos países– para hacer referencia a estas fotos, ya sea para enviar más o para aportar datos de las ya existentes. Esa participación, ese interés, hace que Memoria de Sada sea algo más que un archivo.