Que la ría de O Burgo está en mal estado es un hecho, lo que no está claro es cómo está afectando la acumulación de lodos al marisco. La cofradía siempre ha asegurado que cada vez hay menos bivalvos porque los fangos invaden sus bancos y ahora los datos oficiales lo confirman. Si se compara la producción del último año completo con el ejercicio en que más productiva fue la ría, en 2005, la caída es de un 75%.
Los ingresos llegaban a superar el millón y medio de euros gracias a los 145.474 kilos de bivalvos vendidos, por tanto, se habla de 1,2 millones de diferencia respecto al pasado ejercicio, cuando solo se vendieron 54.932 kilos con los que se ingresaron 393.692 euros.
Por aquel entonces la ría todavía no había sido cerrada por los nuevos baremos de contaminación de la Unión Europea y acumulaba tres años continuos de crecimiento. La prohibición de faenar llegó en abril de 2007. El año anterior los resultados eran aún muy distintos a los actuales. Los bancos producían 85.352 kilos de marisco, un 35% más que en la actualidad. Además, el precio medio de 10,82 euros el kilo permitía unos beneficios un 57% más amplios que los que se registran hoy en día. En concreto, se llegaban a alcanzar los 923.475 euros, casi 530.000 más que en el pasado año.
reapertura
La ensenada no logró mejorar su catalogación hasta 2010. En ese verano se reabrió parte del estuario aunque prácticamente no hubo extracción de molusco como protesta por parte del pósito a que se volviera a permitir el marisqueo sin realizar antes una regeneración ambiental del entorno. Por tanto, el primer ejercicio cuyos resultados se pueden comparar tras más de tres años con la ría cerrada es 2011. Entonces la producción se quedó solo en 29.500 kilos y su venta produjo 331.224 euros, un importe relativamente alto gracias a que el precio medio del producto llegó a los 11,23 euros.
El año pasado, en cambio, el valor del producto cayó hasta los siete euros de media. También lo hizo el precio máximo: si en 2011 hubo partidas que alcanzaron los 152 euros, en 2012 la más cara se quedó en 100 euros.
Aunque la causa no está clara, se demuestra que la ría de O Burgo produce menos cada año.