El Colegio de Administradores de Fincas de Galicia estima que “entre un 3 y un 5%” de los pisos alquilados en A Coruña lo están en régimen de renta antigua, es decir, las cuotas que se pagan ahora no están acorde a la realidad del mercado. Eso hace que en algunos casos se produzcan fricciones entre propietarios e inquilinos, llegando en algunos casos a abrirse procesos judiciales.
La renta antigua puede parecer una tipología de contratación obsoleta dentro del mercado inmobiliario pero en A Coruña no es así. Si bien es cierto que hace algunos años fueron desapareciendo los locales comerciales alquilados con cuotas reducidas –o por una norma estatal y, en algunos casos, por el cierre de los negocios– en el ámbito de la vivienda “entre un 3 y un 5%” de los alquileres “pueden” mantenerse en estas circunstancias.
La vicepresidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Galicia, Carmela Lavandeira, hace ese cálculo y destaca que la fórmula está extendida por toda la ciudad, aunque hay zonas con mayor predominancia que otras y hasta se dio en los Cantones.
Esta cuestión no es positiva para los dueños pero parece que tampoco para los residentes en los pisos. La abogada Verónica Urreaga, del despacho de Miguel Estévez, que representa a la Asociación de Inquilinos de A Coruña destaca que este formato de alquiler es el que más procesos judiciales genera entre arrendadores y arrendatarios.
“Hay mucha gente mayor con renta antigua y los propietarios quieren echarla y no hacen las reparaciones necesarias, como puede ser el arreglo de un techo”, reflexiona la letrada, que indica que algunos inquilinos ven como les hacen “la vida imposible” y al final “llegan a ir a pleito”, aunque esto no ocurre en todos los casos.
Lavandeira defiende que esos enfrentamientos se dan en ocasiones “muy puntuales”. “Los propietarios hacen las obras de filtraciones, humedades, ventanas... porque su obligación es no dejar caer la propiedad”, indica. Pero advierte de que hay gente que vive de las pequeñas mensualidades que recibe y no siempre puede afrontar otras actuaciones como colocar ascensores. Además, subraya que también hay gente alquilada que no quiere que haya obras porque por ley le corresponde pagar una parte.