Las mujeres gallegas y su representación en el “rueiro” coruñés. Esto es lo que pensaron en el instituto Salvador de Madariaga, la necesidad de que más mujeres den nombre a las calles de la ciudad.
El proyecto se enmarca en “Muller e pensamento”, el tema escogido por el centro para profundizar a lo largo del 2018. En torno a él realizaron debates y exposiciones, para llegar al paso final, investigar en las figuras de mujeres gallegas y trasladar la propuesta de incluirlas en el callejero herculino, además de realizar una propia ciudad por los pasillos del instituto.
La iniciativa es andaluza, pero cuando lo propusieron en una reunión de biblioteca “non sabiamos que ía ser un ano tan significativo nese eido, adiantámonos”, asegura Irene Caeiro, responsable de la biblioteca y profesora de Música.
No es el primer proyecto que llevan a cabo, cada año natural hacen uno diferente, el cual siempre parte de la biblioteca y se entrelaza con otras materias, con el fin de realizar un aprendizaje multidisciplinar.
Por cursos
El trabajo se hizo en escala descendente, desde Cuarto hasta Segundo de la ESO, donde todo el alumnado participó con muchas ganas e ilusión.
Los alumnos de Cuarto realizaron un trabajo de documentación muy exhaustivo, investigando mujeres de diferentes ámbitos; además de realizar unos carteles posteriores reivindicando el trabajo y los logros de las mismas. “Case non había información delas, a diferencia dos seus maridos”, apunta una estudiante.
En un curso menos, los de Tercero trabajaron con el callejero en dos asignaturas, Plástica y Geografía e Historia. En la primera, los alumnos trabajaron con el mapa, vieron qué calles tenían nombre de mujer y las subrayaron “para ter unha idea xeral”. Acto seguido, la profesora de Historia les pidió que escogiesen de una lista a una mujer e hiciesen un trabajo sobre ella.
“No meu caso, costoume moitísimo atopar información e moitas veces estaba moi filtrado pola visión masculina. Ao ser un ámbito público debería haber máis nomes de mulleres nas rúas, nunha boa rúa”, dice una estudiante.
Por su parte, el alumnado de Segundo pensó en cómo se podían igualar los nombres del “rueiro” y redactaron cartas para enviar por correo ordinario al Ayuntamiento, donde se hablaba de cada una de las mujeres propuestas para nombrar cada una de esas calles. Por el momento no recibieron respuesta, pero no pierden la esperanza.
Un bien común
En este instituto, el nivel de conciencia feminista es muy alto, comenta su profesora de Gallego Iris Gey, “é algo que se vén traballando dende hai tempo”.
Desde un primer momento, tanto mujeres como hombres tuvieron un grado de implicación máximo, como así manifiestan los docentes, “acolleron a idea ben dende o comezo”.
“Pareceunos un proxecto interesante porque se nós temos que coñecer a homes importantes, eles tamén deben coñecer a mulleres”, apunta una alumna.
Todos tienen claro que la historia forma parte de mujeres y de hombres y que no deberían caer en el olvido, “deben ensinarse a todos os nenos e nenas”.
Además, extrajeron enseñanzas para la vida. “Daste conta de que non hai campos diferenciados para homes e mulleres, todos podemos facer o que queiramos”, sentencia una alumna.