Nuevo hallazgo en O Parrote. Esta vez en las arcadas ubicadas bajo el Paseo de la Dársena. Se trata, según la Autoridad Portuaria, de restos de la muralla de la ciudad del siglo XIV. El plan para recuperar el conjunto arqueológico de la zona preveía su existencia, pero no fue hasta ahora, durante el desarrollo de las obras, cuando quedaron al descubierto.
El proyecto para la puesta en valor de las estructuras históricas de O Parrote fue adjudicado por la Autoridad Portuaria a Copcisa en noviembre. Con un presupuesto de un millón de euros, los trabajos consisten en la recuperación de un tramo de la muralla del siglo XVIII y de reinterpretar la estructura defensiva. En el Puerto confían en cumplir los plazos previstos, y que los trabajos concluyan en mayo, al mismo tiempo que el aparcamiento subterráneo, el túnel y el edificio de usos hosteleros ubicado al lado de La Solana.
recuperación
El plan contemplaba la existencia de restos de la muralla del siglo XIV en los locales situados bajo el paseo, aunque se desconocía el estado en el que se encontraban. Después de semanas de trabajo y una vez demolido el enfoscado que había en la zona, los operarios se encontraron con un baluarte en buen estado de conservación, en especial en la zona más próxima a La Solana.
Ahora las tareas se centran en la limpieza de la antigua muralla del siglo XIV, con la eliminación de los restos de hormigón y su adecuación para que quedan visibles al público una vez finalicen los trabajos. Además, el plan contempla el acondicionamiento de todo el espacio ubicado en las arcadas, con el fin de dejarlo disponible par aun futuro uso posterior.
El proyecto permitirá, además, recuperar parte del baluarte descubierto durante la excavación inicial del aparcamiento en 2008, y que motivó la paralización de la obra hasta 2012. La mayor parte de los restos fueron de nuevo enterrados por orden de la dirección xeral de Patrimonio con el fin de garantizar su conservación. Pero se reservará un espacio en el que los viandantes podrán tocar, incluso, el muro del siglo XVIII. Para ello, se creará una especie de paseo a la altura de la planta menos uno del párking, al que se accederá mediante escaleras desde la explanada superior.
Para el resto de la traza del baluarte, se acometerá una reinterpretación del mismo en superficie con la colocación de grandes bloques de piedra.