El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, se mostraba ayer esperanzado con el hecho de que la Xunta le haya dado la razón en cuanto al traslado de Repsol. Losada destaca que eso significa que todos los ejecutivos implicados de uno u otro modo en el proceso están de acuerdo en que la petrolera debe empezar a tramitar su nueva concesión en Langosteira. “Hay un elemento nuevo y es que todas las administraciones, la local, la autonómica, la central y la Autoridad Portuaria, estamos de acuerdo en que Repsol debe de pedir el traslado para un puerto que se ejecuta para alejar los tráfico peligrosos de la ciudad”, declaraba ayer el presidente del Puerto, y señalaba que por ese motivo “Repsol ha de cambiar el ritmo que tenía para llevar a cabo este traslado”.
La Xunta está de acuerdo con las alegaciones de la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento
Así, Losada desvela que la Consellería de Medio Ambiente asumirá las reclamaciones presentadas tanto por el ente portuario como por el alcalde para que no se renueve la autorización medioambiental que permite a la compañía operar en A Coruña y Arteixo a menos que inicie los tramites de la mudanza. El plazo de exposición pública terminó la semana pasada y, por el momento, desde el Gobierno gallego no han anunciado novedades, pero Losada insiste: “La Xunta está de acuerdo con las alegaciones que se han presentado (...), le parecen coherentes y las va a respaldar”.
En cualquier caso, el presidente no olvida que la Autoridad Portuaria tiene el derecho de rescatar la concesión de Repsol, pero su portavoz aclara también que es el primer cliente del Puerto y, por tanto, “ha de tener un trato adecuado”. Además, este hecho le supondría una importante compensación económica a la Autoridad Portuaria, ya que Repsol tiene permiso hasta 2027 para operar en los muelles interiores. Pese a toda esta presión Enrique Losada asegura que no tiene noticias de que la empresa haya cambiado su postura.
El presidente hizo estas declaraciones en la recepción del Ayuntamiento y recién llegado de Asia, en donde admite que los negocios, en caso de que fructifiquen, tardarán en llegar. Prueba de ello es que Beijing 3E, que valoraba invertir 270 millones en Langosteira, todavía no ha iniciado el estudio de viabilidad.