La calvicie siempre ha sido una fuente de preocupaciones tanto en hombres como en mujeres. Esta consecuencia genética, fomentada principalmente por el paso del tiempo y la llegada de la vejez, ha encontrado en algunos avances médicos una respuesta para contrarrestarlo.
Los injertos capilares o los tratamientos para evitar la caída del pelo han ganado una gran relevancia en la actualidad. Sin embargo, la alopecia encierra más complejidad, desde el punto de vista médico, de lo que aparentemente parece. Eduardo Fonseca Capdevila, jefe del servicio de Dermatología del Chuac, esclarece este fenómeno.
Como explica el dermatólogo, hay un gran número de enfermedades del cuero cabelludo. “Las más generalizada es la alopecia o calvicie común del hombre. Hay alopecia femenina, aunque menos llamativa y menos frecuente que en los hombres. También hay otro tipo de alopecia, la que se da después de partos, situaciones con estrés, operaciones quirúrgicas, procesos febriles... hay muchísimas: por falta de hierro, de zinc...”.
La calvicie o alopecia genética se produce principalmente por los andrógenos. “Hay pelos que están condicionados por las hormonas masculinas, el pelo va siendo más fino en la cabeza, igual que es más grueso en otras zonas del cuerpo como el pecho o la barba. Estos pelos se ven afectados por los andrógenos y crecen y se vuelven más gruesos”, apunta el doctor Fonseca.
Sin embargo, en el caso de la cabeza es lo opuesto. “El de la cabeza pasa por ciclos y decrece y empequeñece hasta que al final desaparece. Esto se debe a un proceso genético, unos antecedentes familiares. Es algo complejo. Porque el padre sea calvo el hijo no va a serlo. Los genes de la madre obviamente influyen”, comenta el dermatólogo del Chuac.
Ya en el plano de los medicamentos y soluciones para la calvicie, como asegura Fonseca, “no hay mucho que prevenir. O se usan tratamientos o no hay nada que hacer. Todas las cremas, vitaminas, champús... son totalmente inútiles. No tienen ninguna eficacia sobre la alopecia androgénica. Todo eso que dicen que si la grasa obstruye a los pelos son auténticas tonterías. Las mismas hormonas son las que estimulan la alopecia”.
La calvicie es más común en los hombres que en las mujeres. Ellos se corresponden mucho más con estas alteraciones. ”Están condicionados genéticamente, y las mujeres siguen un patrón diferente”.
Las alarmas que vemos en nuestro día a día también son a veces malinterpretadas según Fonseca. “A todo el mundo se le cae el pelo. Es normal que se encuentren las típicas bolas en la ducha por ejemplo. El pelo tiene que caerse. Hasta cierto punto es totalmente normal. Tiene que hacerlo. El problema es cuando no sale o cuando sale más fino y más corto. Se ve a simple vista”. l