Los trabajadores de la fábrica Cerámicas O Castro, del grupo Sargadelos, iniciarán el lunes de la próxima semana un calendario de movilizaciones para protestar contra la decisión de la dirección de la empresa de aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción, que conllevaría el despido de 29 personas de la factoría sadense.
Esta decisión, la de los empleados, fue aprobada ayer en el marco de la asamblea celebrada por la plantilla, el comité de empresa y los sindicatos tras conocer, el pasado lunes, el número de despidos que se quieren llevar a cabo. Esos ceses tienen ya nombre y apellidos y cada uno de los trabajadores puede conocer si está o no en esa lista consultándoselo al propio comité.
Los sindicatos destacaron el “enorme desánimo” de los empleados que, inmersos todavía en un ERE de suspensión –de un año de duración, desde el pasado 1 de enero–, ven que no levantan cabeza. Muchos de ellos, desde sus casas, se han enterado de la intención de la compañía, que continuaría con una serie de decisiones que van, poco a poco, adelgazando la plantilla.
De hecho, estos 29 despidos suponen que se prescindiría de más de un tercio del número de los trabajadores que quedan actualmente en nómina.

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Las movilizaciones que comenzarán el próximo lunes incluyen diversas protestas. Así, está previsto que, de lunes a jueves, se hagan concentraciones a la salida del trabajo hasta que termine el período de consultas, en principio el 10 de diciembre.
Además, los viernes realizarán una marcha desde O Castro –desde la propia fábrica– hasta el centro urbano de Sada con diferentes pancartas.
Y, para el último día de negociaciones, se convocará un día de huelga para que los trabajadores tengan la posibilidad de asistir al lugar en el que se reúnen sus representantes con la empresa, que parece que será siempre en Santiago, para continuar las protestas desde allí.
El sindicato CIG confirmó ayer, al término de la asamblea con los empleados de Cerámicas O Castro que, en este período, quieren igualmente mantener diversas reuniones con el alcalde de Sada, Ernesto Anido, así como con el resto de fuerzas políticas de la corporación municipal, con el objetivo de recabar apoyos en pos de sus reivindicaciones.
Unos encuentros a los que quieren sumar otros con los responsables tanto de la Delegación Provincial de la Consellería de Traballo e Benestar como con los dirigentes de la Diputación, por lo que contactarían así con todas las administraciones públicas gallegas.
La CIG lamentó por último que las gestiones de la empresa, con cambios en los últimos años en los que, como dijo el lunes, han ido “dando tumbos”, hayan logrado dejar a un lado el valor cultural e histórico que tenían los trabajos que se realizan en la fábrica.