El Gobierno local busca sacar adelante el modificado de crédito con dinero que sobró del presupuesto del año pasado y tras el rechazo de antes de ayer en el pleno le dará una segunda oportunidad, previsiblemente aumentando la cantidad destinada a amortizar deuda.
El alcalde, Xulio Ferreiro, explicó por la mañana públicamente que estaban intentando dar “unha segunda oportunidade” al documento. Esta voluntad se topaba con las limitaciones temporales que acompañan a esta actuación, por lo que indicaba que en una dirección u otra tenía que quedar resuelto a comienzos de la próxima semana.
Poco después hubo contactos entre el regidor y el portavoz socialista, José Manuel García, en los que Ferreiro dejó entrever su voluntad de aumentar la cantidad destinada a amortizar la deuda municipal.
Según fuentes cercanas a la negociación no se habló de cifras concretas, aunque vista la postura del Partido Socialista sería difícil pensar en que la formación acepte una nueva propuesta que no ronde los 4 millones de euros para este fin y el resto para inversiones.
Tampoco se habló sobre las inversiones que quedarían en el modificado y cuáles no tendrían sitio, una decisión que correspondería al Gobierno local, aunque el PSOE mantiene su propuesta de que las que no tengan cabida ahora se incorporen al presupuesto del próximo año.
Enmienda
En el pleno de antes de ayer el Ayuntamiento presentó una enmienda a su propuesta en la que eliminaba las partidas destinadas a mejoras en la planta de reciclaje de Nostián y a la adquisición de software, aumentando hasta dos millones el dinero para reducir deuda, que se sumarían a otro medio millón ya previsto.
El primero de estos asuntos generaba dudas tanto en el Partido Popular como en el BNG, mientras que el PSOE mostró sus reticencias sobre el segundo de ellos. Una vez eliminados, habría que conocer el resto de actuaciones que quedarían fuera, una decisión ante la que los socialistas no pondrían problemas.
La intención del Gobierno local era destinar más de tres millones de euros a mejoras energéticas en la red alumbrado público o algo más de un millón para la renovación del pavimento en los Rosales. Ferreiro expuso que no había “liñas vermellas” en cuanto al destino de las partidas y que llegará “ata onde poida”.
Estos acontecimientos no fueron los únicos que ocurrieron ayer alrededor de este nuevo cambio en las cuentas con el superávit de 2016. A las tres de la tarde, último momento para hacer gestiones administrativas en el ayuntamiento, la Marea convocó una sesión de la Comisión de Hacienda para pasado mañana a la doce del mediodía, y lo hizo con carácter urgente y extraordinario.
Este es un paso previo y necesario para posteriormente volver a llevar el documento al salón de plenos, hecho con alta probabilidad sucederá en los días posteriores. En caso de que esta vez tampoco hubiese acuerdo entre el equipo de gobierno y los socialistas, el documento se vería abocado al fracaso ya que la contratación de las actuaciones tiene que estar iniciada antes del final de este año.
Apoyos
El acuerdo con el Partido Socialista es la única posibilidad que tiene el Gobierno local, ya que su situación de minoría volvió a quedar en evidencia en el último pleno, en el que el apoyo del BNG fue insuficiente.
El alcalde fue preguntado ayer acerca de un posible contacto con el Partido Popular, pero aseguró que siempre que intentó hablar con esta formación se encontró “coa porta nas narices”.
Finalmente, Xulio Ferreiro explicó que los problemas en la negociación con el Partido Socialista sobre el modificado no deberían afectar a las conversaciones paralelas sobre el presupuesto del próximo año, sobre el que apuntó que “faltan flecos” y cuadrar algunas cantidades. l