Tras la caída el pasado domingo de una parte de un muro en el parque de Oza a causa de las fuertes lluvias, el Ayuntamiento reforzó ayer la seguridad en la zona con la colocación de una malla tanto en la parte inferior como superior de la muralla, medida que complementa los cordones de seguridad instalados el día del incidente. Técnicos municipales de medio ambiente se trasladaron ayer a la zona para evaluar los daños y el Gobierno municipal ya comprometió su restauración, proceso que no se llevará a cabo hasta comprobar el estado de todo el muro y descartar la posibilidad de que se produzcan más desprendimientos.
Denuncia
Desde la asociación de vecinos Oza-Gaiteira-Os Castros recuerdan que llevan años denunciando la falta de mantenimiento y conservación en los parques de la zona, por lo que demandan más compromiso por parte de las administraciones. “Hubo la suerte de que llovía y no había nadie allí. Hay que tener mucho cuidado. Ya no es que tengan que arreglar esa parte, es que tienen que mirar todo el muro porque una vez que se deteriora una parte se deteriora todo el conjunto. Los parques están hechos un desastre, tiene que haber un mantenimiento y adecuarlos a los tiempos. Desde que se inauguraron no se volvieron a tocar”, destaca el presidente de la entidad vecinal, Paulo Sexto.
Está previsto que el próximo 9 de enero los vecinos se reúnan con la Concejalía de Cultura para tratar, entre otros temas, el estado actual del patrimonio arquitectónico del barrio. Precisamente, el muro que cayó el pasado domingo forma parte de un baluarte de principios del siglo XVII, levantado poco después del famoso asalto de la flota inglesa comandada por Francis Drake. “El patrimonio que tenemos en el barrio forma parte de la historia tanto de la ciudad como de Galicia y las administraciones públicas tienen la obligación de mantenerlo, eso en ningún país de Europa se les ocurriría dejar caer edificios tan emblemáticos”, destaca Sexto.