La Audiencia Provincial de A Coruña acogió ayer el juicio contra J.M.G.C, el acusado, junto a otro hombre ya juzgado, de robar e intentar matar con un corte en el hemitórax izquierdo a un tercero, I.K.C., en la casa que okupaban en el número 16 de la calle de José Baldomir (Agra do Orzán) en noviembre del 2017. En su defensa, el encausado, para el que la Fiscalía pide 9 años de prisión si se confirma el homicidio en grado de tentativa, cinco por un delito consumado de lesiones y otros cinco por robo con violencia, negó su culpabilidad.
“Ellos (la víctima y el hombre ya juzgado anteriormente) se pelearon y les dije que se fueran; yo me limité solo a separar”, aseguró J.M.G.C, que indicó que la riña entre ambos se originó por un cuchillo. “Yo llevaba un destornillador pero para autodefensa porque no estoy acostumbrado a estas situaciones pero lo tiré a la basura”, alegó, y confesó que había consumido “whisky, cocaína y marihuna”.
La Fiscalía solicita 9 años de prisión por homicidio, cinco por un delito de lesiones y otro cinco por el robo
El acusado dijo haber conocido a la víctima en el albergue de Padre Rubinos por lo que defendió que su intención nunca fue robarle los 700 euros del paro que llevaba. “Yo no voy a coger a alguien de la calle –fue quien invitó a vivir al piso okupado a la víctima– para robarle”, indicó.
Aunque el acusado aseguró no saber nada del “pinchazo” que presentaba la víctima “hasta mucho después de la pelea”, esta, que declaró por videoconferencia, relató: “J.M.G.C sabía que yo tenía pasta y cogió un cuchillo y me lo clavó mientras yo peleaba con Buba –el otro hombre juzgado–”, destacó. Al mismo tiempo aseguró que también aprovechó para robarle los 700 euros que llevaba en el bolsillo. “Era un cuchillo afilado y pequeñito”, dijo en cuanto al arma homicida, descartando la utilización del destornillador que llevaba el acusado.
La defensa solicita la libre absolución alegando que no hay pruebas suficientes y basándose también en la reciente sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que viene de absolver al otro acusado, que ya había sido condenado por la Audiencia Provincial de A Coruña a tres años y medio de prisión. Tras los testimonios recogidos durante la mañana de ayer, el juicio quedó visto para sentencia.