El Ayuntamiento anunció recientemente que la ciudad necesitará en los próximos años más de 12.000 viviendas nuevas, a pesar de que la población no crece. Uno de los motivos es que el hogar medio coruñés ha evolucionado: cada vez más gente vive sola, sin llegar a formar nunca una familia. Se trata de una tendencia que no tiene visos de cambiar, y un estudio de la Empresa Municipal Vivienda Servicios y Actividades (Emvsa) apunta a que esta tendencia continuará durante la próxima década, llegando a 2033 a 2,21 habitantes por hogar.
En el área geográfica de A Coruña (comarcas de Betanzos y A Coruña) el tamaño medio del hogar sería en 2018 de 2,40 habitantes. El estudio de Emvsa aplica los datos de la Encuesta Estructural del IGE 2018 y lo cruza con la proyección provincial del INE de la participación estimada por el IGE. En el término municipal herculino, este cálculo arroja el resultado de 2,3 miembros por cada hogar en 2018.
Con los mismos datos, se pueden realizar proyecciones El resultado sitúa el tamaño medio de los hogares en 2,27 habitantes en 2023, 2,24 habitantes en 2028 e 2,21 habitantes en 2033. Esta es una de las razones por las que, a pesar de que la población en A Coruña se ha estancado en los últimos años, la demanda de vivienda nueva siguió creciendo.
El mismo estudio presenta también unas proyecciones demográficas que dependen, entre otras cosas, que el Ayuntamiento impulse políticas de vivienda y suelo que eviten el trasvaso de población de la ciudad al área metropolitana como ha ocurrido en los últimos años. De ser así, la ciudad albergaría a 249.419 habitantes en 2023, 253.941 en 2028 y llegaría a 258.545 en 2033.
Primera ocupación
En esta proyección se basa el estudio de Emvsa para calcular el parque de vivienda principal o de primera ocupación (en la que se reside la mayor parte del año) que se necesitará en A Coruña para atender a ese población creciente: 109.876 en 2023, 113.366 en 2028 y 116.989 viviendas principales en 2033. La estimación de viviendas de primera ocupación en 2018 era de 106.945. En 2023, se necesitarían 2.931 más de las existentes, 3.490 más en 2028 y así hasta 2050, con un déficit de 10.044 viviendas principales.
Por supuesto, también hay que considerar las viviendas secundarias, pero estas no son muy numerosas en A Coruña debido al pequeño tamaño del municipio De hecho, entre 2.001 y 2.011 2.060 de estas viviendas se convirtieron en primera ocupación. Pero todavía subsisten unas diez mil, según el estudio.
Otro factor que se considera que hará aumentar la demanda es que muchos de los edificios están en mal estado. Los coruñeses suelen encontrarse inmuebles levantados hace cincuenta o más años en barrios como Os Mallos o Pescadería en un deficiente estado de conservación, algunos de ellos abandonados, y no es solo una mala impresión lo que dejan.
Malo o deficiente
En el censo se identifican 11.925 viviendas principales en un estado malo o deficiente, incluso de ruina, y existen otras 850 viviendas secundarias que se encuentran en una situación similar. Por eso el estudio calcula que la demanda potencial en la ciudad es de a demanda potencial es de 12.775 vivienda.
Por supuesto, la rehabilitación es una opción en muchos de estos casos. El estudio de Emvsa (que había sido encargado por el Gobierno de la Marea Atlántica) señala que se pueden rehabilitar 14.200 viviendas y de ellas 2.205 anteriores a 1940 y que se considera que forman parte del patrimonio arquitectónico urbano.