Retornados, no defraudadores

La Xunta ha conseguido que la Agencia Tributaria abra un plazo de seis meses para que los pensionistas retornados que no habían tributado en España regularicen su situación fiscal ante Hacienda. El proceso aprobado por el Gobierno solucionará la principal reclamación de los pensionistas retornados, que era no ser tratados como defraudadores.
Con la modificación normativa aprobada por el Gobierno, los pensionistas retornados van a recibir el mismo trato que el resto de pensionistas gallegos, es decir, no tendrán que pagar las sanciones, ni recargos, ni intereses de demora por las pensiones percibidas y no declaradas, y se les devolverán las sanciones a aquellos que ya las habían pagado. Solo deberán hacer frente al pago de los impuestos correspondientes a los últimos cinco años. En pie de igualdad con cualquier pensionista gallego.
Se da cumplimiento así a un acuerdo unánime del Parlamento de Galicia aprobado recientemente. Es evidente que estos pensionistas deben tributar en España por sus ingresos, como cualquier otro ciudadano o como cualquier otro pensionista gallego. Pero no es de recibo que la administración sea insensible y ciega a una realidad como la de nuestros emigrantes, que un día salieron de España en busca de un futuro mejor y que una vez jubilados decidieron regresar a su tierra natal para disfrutar de su merecido retiro, después de duros años en la forzada emigración.
Se trata de una justa reivindicación de nuestros emigrantes retornados, que nunca fueron conscientes de estar incumpliendo sus obligaciones tributarias. Una reivindicación defendida por el Gobierno gallego, por la totalidad de los grupos políticos y por muchos ayuntamientos que aprobaron mociones de apoyo a esta iniciativa.
Una reivindicación escuchada con sensibilidad por parte del Gobierno, que ha sabido entenderla y establecer un procedimiento legal para solventar la situación irregular de estos pensionistas retornados. Unos pensionistas que contribuyeron en buena medida al despegue de un país, Galicia, que siempre estará en deuda con ellos.

Retornados, no defraudadores

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