pues ya está. El coronavirus (covid-19 para la ONS y expertos allegados) ha terminado por provocar la suspensión del Mobile World Congress. Por mucho que sus responsables (y hasta la alcaldesa de Barcelona) intentaron hasta el último momento mantener una de las mayores citas tecnológicas del planeta, los sucesivos anuncios de las empresas, comunicando que no acudirían al encuentro por razones de seguridad, acabaron por darle la puntilla. La cuestión es que tiene cierta gracia que justo el exceso de contacto termine por acabar con un encuentro en el que participan los principales responsables de que los humanos ya no hablen y su comunicación se limite a interactuar con una pantalla. A lo mejor todo es cosa del karma...