Con la indiferencia, despreocupación y pasividad de los grupos de la oposición, esta semana el Pleno del Concello de Ferrol aprobaba inicialmente, con los votos de PP e IF, el Plan Especial de Protección Integral de Ferrol Vello. Un documento básico para definir la acción de rehabilitación de un barrio que necesita del compromiso de todos para la próxima década.
El Plan cuenta con el apoyo de todas las administraciones, tal y como quedó demostrado, tras el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio que, con su placet, demuestra que el documento es ambicioso y preserva la esencia de un barrio que dio origen a toda una ciudad. El Plan no solo cuenta con el apoyo de los profesionales del urbanismo, y del movimiento vecinal del barrio.
Cuenta también con el visto bueno de los técnicos municipales y de los expertos en rehabilitación de la Xunta de Galicia que avalan el plan del gobierno local para el barrio. Sin embargo, el pleno de aprobación inicial del documento, sirvió para conocer los verdaderos intereses de cada grupo. Izquierda Unida y BNG demostraron que sus intereses partidistas y electoralistas les impiden votar a favor nada de lo que pueda proponer el gobierno del Partido Popular, aún a sabiendas de que estamos ante un buen plan rehabilitador.
Por su parte, el PSOE mostró una vez más su fractura interna, desdiciéndose de lo que habían votado hace tan solo unos meses. Ahora optaron por abstenerse a un documento idéntico al que hace tan solo unos meses habían dado su voto favorable.
Parece que a la oposición le molesta asumir que fue este gobierno, el del Partido Popular, quien licitó, adjudicó y sacó adelante el nuevo plan de Ferrol Vello, que la declaración como BIC impulsada por el gobierno anterior, de nada sirve, si no se aprueba un plan de rehabilitación integral, que permita un marco de seguridad jurídica, económica y urbanística para que los propietarios de inmuebles se lancen a rehabilitar. Y que el nuevo plan, huyendo de los errores de A Magdalena, permita rehabilitar un barrio que ofrezca las comodidades y la habitabilidad que todos demandamos en pleno siglo XXI.
Lo otro, los barrios de museo donde nadie quiere invertir ni vivir, acaban pudriéndose entre la carmoma. Esa, la carcoma, es la única apuesta de la oposición ferrolana para Ferrol Vello.