Los tres goles que el Deportivo le endosó al Celta B el pasado domingo en Barreiro, además de mantener vivas las esperanzas de los blanquiazules de cerrar la primera fase en una de las tres primeras plazas, sirven al conjunto coruñés para dejar de ser el equipo menos realizador del grupo 1-A.
Los números de la ofensiva deportivista no han brillado en ningún momento del curso. De hecho, durante los nueve encuentros que dirigió el técnico de Castrofeito, el equipo herculino basó su éxito en la fortaleza defensiva. Aun así, los problemas se agravaron cuando el Depor encadenó cinco jornadas sin ver portería, entre el último de la era Vázquez y los cuatro primeros con Rubén de la Barrera en el banquillo. Esta circunstancia provocó que el cuadro blanquiazul mantuviera el dudoso honor de ser el equipo menos realizador del grupo desde la jornada duodécima hasta la décimo sexta.
Pero la diana ante el Pontevedra hace dos semanas (1-0) y, sobre todo, los tres tantos contra el filial del Celta han permitido a la escuadra deportivista dejar de lucir el peor ataque del Grupo 1-A. Ahora, esa condición le pertenece al Guijuelo, con diez dianas, mientras que el equipo coruñés ahora es penúltimo con doce, empatado con el Coruxo, que tiene un partido menos y hoy juega contra el Racing.
En total, los blanquiazules llevan cinco goles desde que De la Barrera tomó el mando. Todos ellos, en los cuatro últimos partidos.
633 días después
El Deportivo necesitó 633 días para volver a ganar por más de un gol en Liga, 90 semanas en las que pasó de estar a un paso de su regreso a Primera División a depender casi de un milagro para optar al ascenso a Segunda esta temporada.
El conjunto coruñés se había impuesto por última vez de manera holgada el 20 de junio de 2019 en la última eliminatoria de la fase de ascenso a la máxima categoría.
Aquel día, derrotó 2-0 al Mallorca en el Estadio Abanca-Riazor y dejó encarrilado el ascenso, pero tres días después sucumbió en la isla, donde se llevó un 3-0 que le impidió regresar a la élite. Fue un punto de inflexión.
La temporada pasada, los blanquiazules fueron incapaces de ganar un partido con más margen que un gol de diferencia. De hecho, en toda la primera vuelta solo se impusieron en dos encuentros, el primero (3-2 ante el Oviedo con Juan Antonio Anquela en el banquillo) y el último (2-1 ante el Tenerife en la despedida de Luis César Sampedro).
El resto de las victorias (diez) en Liga ese curso que acabó con Fernando Vázquez al frente de la plantilla fueron también por la mínima. El equipo acabó como el mejor de la segunda vuelta con los mismos puntos que el Tenerife, pero eso no le sirvió para eludir el descenso a Segunda División B.
Esta temporada, en la categoría de bronce, el conjunto coruñés vuelve a firmar una trayectoria decepcionante, aunque podría enmendarla si ganar la semana que viene al Zamora y lo resultados de la jornada le sitúan en el podio del grupo 1-A.
Ganó ocho partidos y todos por 1-0 o 0-1 salvo el de la primera jornada (2-1 al Salamanca). Su único triunfo por más de un gol se dio el pasado fin de semana ante el filial de su máximo rival.