El Gobierno municipal presentaba ayer un avance de lo que será la futura reforma de San Andrés a los vecinos, comerciantes y hosteleros, tras la cual la sensación general era de positivismo y buenas impresiones.
El concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, señalaba tras la reunión que se trataba de avanzar las ideas principales de lo que será el proyecto de reurbanización de la calle, aunque el plan final está todavía en redacción. “Creo que foi positivo para intercambiar opinións e, sobre todo, para destacar a importancia de destacar o proxecto, porque San Andrés é unha rúa principal, vertebradora e moi significativa que ten perdido ese brillo que hai que tratar de recuperar”, apuntaba el edil.
Se trata de una actuación “importante” que no consistirá en peatonalizar, pero sí que dotará de mayores espacios a los peatones, dejando un carril en cada sentido de la circulación, pero que también se centrará en el cambio de modelo de contenerización (sobre el que se estudia su soterramiento), de la iluminación y del arbolado.
El presidente de Zona Comercial Obelisco, Javier Mosquera, presente en la reunión, destacaba que el proyecto contempla “una nueva vida comercial” para una de las principales arterias de la ciudad. Hacía un primer balance positivo de la reunión y de los trazos principales que les enseñó el Ejectivo municipal, sobre lo que Mosquera destacaba que “combina el tráfico rodado con la humanización del entorno”, conjugando así tres aspectos: la atracción de gente de otros lugares, la atención vecinal y la dinamización comercial.
Vecinos
Por una parte de los vecinos estuvo presente el presidente de la asociación vecinal de Ensenada del Orzán, José Luis Méndez, que también hacía un primer balance positivo sobre el concepto de reforma planteado, que supondrá el “embellecimiento” de este entorno, con el “ancheo de las aceras, más verde y con un solo carril por sentido a 20 kilómetros por hora”.
Señala que se tras salir de la asamblea se quitaron de encima el “miedo” a una posible peatonalización completa de la calle, algo que no ocurrirá, pese a las peatonalizaciones temporales.
No obstante, matiza que esto es un primer paso, pero espera, tal y como propuso en el encuentro de ayer, que se vaya un poco más allá y se piense en el transporte privado de los vecinos de la zona, ya que la reforma podría eliminar plazas de aparcamiento, ya escasas en el entorno. Ponen sobre la mesa que se cambie el Pepri o que se habiliten solares como aparcamientos.