Haciendo bueno el viejo refrán de “la letra, con sangre entra”, el Ayuntamiento está consiguiendo reducir el problema que suponía la doble fila en el centro de la ciudad tras solo una semana de campaña contra el estacionamiento irregular. A falta de cifras oficiales, se estima que la Policía Local ha puesto un centenar de multas al día durante la semana pasada. Sin embargo, estos días ya era más difícil localizar a un coche mal estacionado y el número de multas está bajando ostensiblemente, según los agentes municipales.
“No es que fuera escandaloso –señala un agente–pero es cierto que en algunas puntos era un problema notorio”. Para los que tienen que encargarse de la disciplina vial, se trata de un mal que viene de atrás. Ni siquiera es posible afirmar con rotundidad que, después de más de nu año sin una campaña contra el estacionamiento irregular debido a la pandemia, el comportamiento de los coruñeses haya empeorado.
Las infracciones más comunes detectadas durante la primera semana son la doble fila junto con el estacionamiento en la parada de bus y carga y descarga, que los transportistas llevan años denunciando. Pero, además, los agentes municipales han estado sancionando a los vehículos que aparcan encima de la acera, en las esquinas, otra costumbre inveterada de los coruñeses o en los pasos de cebra. En los casos más graves (que superan el centenar) fue necesario retirar el vehículo con la grúa municipal.
Vías claves
El centro de la ciudad, la vigilancia cuenta con el apoyo de las cámaras de la Vía Prioritaria Vigilada (VPV) en calles claves como la de Juan Flórez. Este sistema de vigilancia telemática permite multar a todos aquellos vehículos que se detienen más del tiempo permitido en la calzada, y también es último para sancionar a los que estacionan en la parada de bus. Pero existen otras arterias importantes, como la ronda de Outeiro, en el que la doble fila también es endémica y no cuenta con cámaras sancionadoras, así que los agentes municipales tienen que vigilar los cerca de cinco kilómetros de longitud.
Para conseguirlo, la labor se reparte por zonas, entre los agentes de la Unidad de Tráfico y las patrullas normales de coordinación y apoyo. El objetivo, es como señalan desde el Ayuntamiento, tratar de garantir que a circulación e a mobilidade na cidade se desenvolvan nunhas condicións axeitadas de seguridade e fluidez, así como evitar, a través da prevención, e de corrixir aquelas condutas que vulneren de modo flagrante a normativa vixente".