Cada vez que pensamos que ya sabemos lo suficiente como para prever el próximo paso del virus y ser capaces de contenerlo –con más o menos eficacia, según el país– nos da una estocada para que se nos bajen los humos. La de los 346.786 infectados en India en un solo día es bastante profunda. En
Delhi se registra un muerto cada cinco minutos. La situación es desesperada. Y los científicos no se explican cómo se ha llegado a este punto, después de que los datos indicasen que si había algún lugar en el mundo con inmunidad de grupo era ese. Solo pueden suponer que se ha dado una confluencia de factores letal: la aparición de variantes particularmente infecciosas, un aumento en las interacciones sociales sin restricciones y una baja cobertura de vacunas. Y otros, mientras tanto, ponen peros a recibirlas. Incluso después de que la Agencia Europea del Medicamento recomiende encarecidamente que se administre la segunda dosis de AstraZeneca. Ahí, en India, tenemos la alternativa.