Nuestro país se encuentra en Estado de Alarma debido a la grave situación sanitaria en la que se encuentra. La expansión del coronavirus está teniendo una incidencia notable en la sociedad española, con sueldos cada vez más precarios y una mayor incertidumbre económica y laboral. Esta pandemia también refleja sus efectos negativos en el mercado inmobiliario, ya que se ha producido una bajada en el número de firmas de nuevas hipotecas.
La vivienda es una de las necesidades básicas del ser humano, además de ser un derecho contemplado en la Constitución. Por esta razón el sector inmobiliario es uno de los más importantes en nuestra sociedad, ya que aporta al ser humano tranquilidad y la percepción de que pertenece a un sitio establecido.
Defectos constructivos que pueden surgir tras la compra de una vivienda
En varias ocasiones, los propietarios de las viviendas se encuentran con defectos constructivos tras la compra de su nueva vivienda. Estos daños pueden ser estructurales como grietas y fisuras que afectan a la seguridad del edificio o defectos de habitabilidad, entre los que se encuentran los problemas de malos olores o las humedades. Para ayudar en la gestión de la reclamación existen numerosas empresas dedicadas a realizar informes periciales sobre los daños de la vivienda del propietario.
En la página de dpcon.es podrás encontrar arquitectos especialistas en informes periciales y abogados especialistas en Derecho de la Construcción y reclamación judicial de daños y defectos constructivos, que realizarán un estudio exhaustivo y personalizado de su caso. Estos profesionales le ayudarán en su reclamación y la preparación ante un posible juicio.
La nueva mentalidad de los futuros compradores
Debido a los estragos del confinamiento domiciliario y de los periodos de cuarentena, los futuros propietarios son más selectivos a la hora de buscar una vivienda. La mentalidad de los compradores ha cambiado y demandan espacios más amplios como casas unifamiliares con jardín. Estas se han convertido en las viviendas más solicitadas y cotizadas dentro del mercado inmobiliario. Sin embargo, no todo el mundo tiene las mismas posibilidades económicas, por lo que también se ha incentivado la compra de pisos en urbanizaciones con zonas comunes espaciosas.
El impacto de la pandemia en el mercado de la vivienda en España: diagnóstico y políticas. La grave crisis sanitaria también ha tenido incidencia en la economía española, ya que el sector de la construcción ha sido una de las más afectadas por la COVID-19. La bajada en las ventas de las nuevas viviendas podría suponer un descenso en el nivel de producción de edificios, lo que supondría una tasa más elevada de paro en este sector.
La importancia de la vivienda en nuestro país radica en que este activo representa más de un 70% de la riqueza bruta de las familias. Los mercados inmobiliarios, la estabilidad financiera y la economía son términos muy unidos entre sí, ya que las consecuencias negativas del sector inmobiliario pueden tambalear los cimientos de la economía española.
El debate sobre qué condiciones debe tener una vivienda digna
El confinamiento domiciliario ha reabierto el debate sobre las condiciones básicas que debe tener una vivienda para ser habitable, ya que existen hogares en el que los suministros de agua, la higiene o la comodidad no están asegurados. Repensar la vivienda tras la pandemia ha sido una de las consecuencias de la COVID-19, ya que en numerosas ocasiones, las viviendas no disponen de la estanqueidad e impermeabilización necesarias que impidan la proliferación de humedades y moho. Es decir, no cumplen con los requisitos mínimos que deben tener para garantizar la habitabilidad de un inmueble.
Esta situación puede agravar los problemas de salud y bienestar de las personas incluidas en colectivos vulnerables, por lo que habría que regular la política de viviendas y exigir unos requisitos mínimos para una buena calidad de vida. Un buen aislamiento térmico y acústico, acceso a internet, mantenimiento y limpieza de los edificios y un buen sistema de ventilación podrían ser los primeros pasos hacia la consecución de los derechos a una vivienda digna.