Colas en las gasolineras, portugueses comprando en España y españoles que ya pueden tomar un café en Portugal. La frontera común reabrió hoy después de tres meses de restricciones, mientras el país luso, con la pandemia estabilizada, inicia su última fase de desconfinamiento.
En esta primera jornada de reapertura de los 1.200 kilómetros de la frontera terrestre hispanolusa, las fuerzas policiales de sendos países han desplegado dispositivos especiales de control, fiscalización y sensibilización ante la pandemia para concienciar a los viajeros de que no hay que bajar la guardia.
"Se paran coches de forma selectiva en busca de armas, drogas u objetivos peligrosos", explica el agente de la Guardia Civil de Fuentes de Oñoro Abel Gómez, durante el dispositivo conjunto desplegado hoy con la Guardia Nacional Republicana (GNR) en el paso de Vilar Formoso.
Para reforzar la acción, la GNR pidió a la Guardia Civil de Salamanca una unidad móvil escáner para comprobar los equipajes de los vehículos.
"Desarrollamos una acción de fiscalización en el ámbito del viario", explica a Efe el capitán de la GNR en Vilar Formoso, Rodrigo Duarte, y, además, "sensibilizamos a las personas que cruzan la frontera" sobre la necesidad de mantener las medidas de prevención ante la pandemia de covid-19.
También se informa a los pasajeros que cruzan hacia España sobre la situación del país, que continúa en estado de emergencia.
Además, Portugal ha creado controles móviles para informar a las personas procedentes de países con tasas de 500 o más casos por cada cien mil habitantes en los últimos 14 días de que están obligadas a permanecer en cuarentena dos semanas.
Más tráfico en los puntos fronterizos
"Hoy se nota que hay más tráfico" de españoles, portugueses y franceses, asegura el cabo Gómez.
Rodrigo Duarte reconoce que "el aumento del tráfico de hoy ha sido muy superior con respecto a los tres meses anteriores", ya que desde el pasado 29 de enero sólo podían cruzar la frontera hispanolusa los trabajadores transfronterizos y los transportistas.
"Menuda alegría", exclamaba Juan Luis Bravo, dueño del hipermercado de la frontera de Fuentes de Oñoro y Vilar Formoso, que ha visto cómo desde primera hora el aparcamiento exterior se ha colapsado de vehículos portugueses que, "por fin", han podido cruzar a España.
"Son gente de la zona portuguesa que limita con esta parte española", manifiesta Juan Luis, además de los vehículos de paso que se dirigen a Portugal, sobre todo emigrantes franceses o suizos que regresan a su país natal.
"Los productos que más compran es el chorizo, el embutido en general y artículos de alimentación o droguería", explica.
Además, hoy han vuelto las típicas colas de vehículos a las gasolineras españolas, donde los coches que se dirigen a Portugal paran antes porque el combustible es, de media, en torno a 20 céntimos por litro más barato.
Normalidad en la Raia
La reapertura de los pasos fronterizos entre Galicia y Portugal se ha producido a la una de la madrugada (medianoche en el país vecino)de este sábado sin incidencias y las primeras horas de circulación entre ambos territorios han transcurrido con normalidad y sin demasiado movimiento de tráfico.
Y es que el desbloqueo en los puestos fronterizos, cerrados (salvo para casos justificados) desde el pasado 31 de enero, choca con la medida de cierre perimetral que existe en la comunidad autónoma de Galicia debido a la pandemia de covid y, de hecho, la Xunta ha remitido una carta al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para pedir que las autoridades españolas garanticen los controles en la entrada al territorio.
No comparte este visión la Agrupación Europea de Cooperación Transfronteriza (AECT) Río Miño, en la que participa la Diputación de Pontevedra, que advierte de que la posición del gobierno gallego supone "poner más palos en las ruedas", y recuerda que la Xunta no tiene competencias sobre las fronteras exteriores.
Además, el regidor de Baltar (Ourense), José Antonio Alonso, ha protagonizado este sábado un simbólico reencuentro con su homólogo de Montealegre (Portugal), y ha expresado su satisfacción por que se haya restablecido el paso entre ambos municipios.
Al respecto, ha recordado que los vecinos de estas zonas mantienen una "relación histórica" y que tanto comercios como empresas han "sufrido mucho" en los meses de cierre, al tiempo que ha lamentado que decisiones como esa son adoptadas "desde Madrid y Lisboa sin conocer la realidad local".