En los días como ayer, en los que luce el sol y es festivo, todo invita a disfrutar de salir al exterior y disfrutar del aire libre de alguna de las zonas verdes con las que cuenta la ciudad. Es frecuente escuchar que A Coruña sufre una carencia de parques y jardines, pero en los últimos años ha mejorado mucho en este sentido. Según las estadísticas municipales, en diez años el número de metros cuadrados de zonas verdes en la ciudad creció un 51%, pasando de 1,2 millones de metros cuadrados en 2010 a 2,5 millones el año pasado. 

Se trata, pues, de una línea de actuación que han perseguido todos los gobiernos, sin importar su color político. Todos han tenido que soportar contratiempos y retrasos. Un ejemplo de ello es el parque de Adolfo Suárez: el proyecto se elaboró durante el bipartito de Javier Losada, pero fue el PP de Carlos Negreira el que sacó el proyecto adelante (en parte, gracias al apoyo de la Fundación Amancio Ortega). Las obras comenzaron en 2014 y la inauguración estaba prevista para octubre de 2015 pero no paraban de surgir problemas y deficiencias. 

Desde 2018 el crecimiento se ha estancado pero se esperan abrir nuevos parques
en este mandato

Finalmente, fue durante el mandato pasado, el de Xulio Ferreiro, que se inauguró la zona verde, en diciembre de 2016. No hubo ningún acto: el alcalde simplemente se dio una vuelta por la zona verde, que los vecinos de San Pedro de Visma esperaban con ganas. Así fue como la ciudad pasó a contar con 70.000 metros cuadrados de zonas verdes (y 30.000 de deportivas). 

Desde 2018 el crecimiento de las zonas verdes de la ciudad se ha detenido, pero el Gobierno de la Marea Atlántica había dejado en el cajón dos proyectos de parques periféricos: el bosque de Breogán (situado en Feáns, en las cercanías del cementerio) y el de las Cinco Islas (una remodelación del parque natural de Los Rosales). 

Ambos debían ejecutarse con fondos Eidus (en total, 1,2 millones de euros) pero la actual responsable de Medio Ambiente, Esther Fontán, consideró necesario añadir mejoras a ambos proyectos porque dejaban demasiado espacio a zonas de juegos y barbacoas y poco al verde.