¿Cómo surgió la idea de esta fundación?

(Rodríguez Sotillo): Dentro de mi función de médico rehabilitador está también la de ayudar a que los jóvenes lesionados vuelvan a la sociedad. Después de cinco, seis o siete meses en el hospital, llegas a tu casa en silla de ruedas y ¿qué te encuentras? Cuando estás cansado de bajarte películas de internet, de esperar a tus amigos que vengan a buscarte para ir a dar una vuelta... ¿Qué haces? Nos dimos cuenta de que los muchachos estaban con muy pocas actividades y era necesaria una auténtica integración social, que pasa, necesariamente, por la inserción laboral.

(Celestino Hermida): Yo llevaba tiempo trabajando en formación de animación 2D con Miguelanxo Prado. Luego él se implicó más con el tema del dibujo y a mí, un tiempo después, se me presentó este proyecto.

somos muy escrupulosos con la formación. En este país se ha malgastado mucho dinero con esos temas


en el segundo año ya había interés de algunas productoras para contratar a los chicos

¿Y qué le pareció?

(C.H.): Tengo que reconocer que como propuesta de negocio no era muy buena, pero la idea sí.

Por eso ya llevan más de tres años...

(C. H.): Sí. La cosa ha conseguido asentarse gracias a los patronos y a la iniciativa privada. Como todo el mundo sabe, el tema de las subvenciones públicas ahora mismo está muy complicado.

(R.S.): Y en muchos casos, gracias a la aportación de su propio bolsillo (señala a Hermida).

¿Han encontrado muchos colaboradores?

(C. H.): No nos podemos quejar. Tenemos a la ONCE, Estrella Galicia, la Obra Social de la Caixa, Infojobs... Y muy especialmente a la Fundación Vodafone, que ha apostado por esto desde el principio y cuyas ideas han encajado muy bien con las nuestras.

(R.S.): También hay que destacar el apoyo de la Consellería de Traballo, sobre todo de la dirección xeral de Colocación, porque se han volcado con nosotros.

¿Sería difícil explicarles un proyecto de este tipo?

(R.S.): La verdad es que a veces parece que estás vendiendo humo, pero cuando la gente lo ve, se convence. En la Xunta entendieron el proyecto perfectamente, después de alguna que otra confusión inicial.

¿Qué pasó?

(C.H.): Nos mandaron inspectores para ver en qué consistía el proyecto, debido a que se trataba de algo totalmente novedoso. Tengamos en cuenta que trabajamos con gente demandante de empleo, que al mismo tiempo son personas declaradas no aptas para el trabajo y cobran una pensión. Eso, en base a la ley, generaba muchas dudas. Pero al final se convencieron, porque hoy en día las nuevas tecnologías permiten trabajar a una persona aunque no pueda moverse.

(R.S.): Nosotros mismos somos muy escrupulosos con todo lo relacionado con la formación. En este país se han malgastado mucho dinero en temas de formación y no queríamos ser unos gastadores más.

Y con los alumnos, ¿se encontraron con muchas trabas?

(R.S.): En general no. Un chico con tetraplejia, que no tiene movilidad de las cuatro extremidades, puede hacer animación 3D magníficamente. La prueba está en el proyecto que han hecho estos alumnos. Solo les hacen falta los conocimientos necesarios.

¿Cómo es la metodología de la formación?

(C.H.): El primer año es de acercamiento al lenguaje audiovisual y para familiarizarse con la materia. Y estudiar inglés desde el primer día, porque es fundamental. El segundo es más técnico; conocen los detalles de una producción audiovisual. Y el tercero es alta especialización; solo animan. El resultado está en el corto que presentarán este martes.

Y ahora empiezan con la segunda promoción.

(R.S.): Exactamente. En esta intentaremos seguir el camino mejorando los aspectos que podamos. Eso sí, estamos muy orgullosos de la formación que ya hemos dado. Hay que tener en cuenta que hemos tenido a profesores de ámbito gallego, de ámbito nacional e internacional. Profesionales de éxito como, por ejemplo, gente que ha hecho la película \“Avatar\”.

¿Cómo se consigue traer a este tipo de gente?

(C.H.): Aprovechas que están en España, ya sea en un estreno o en un festival. Nada más comentarles el proyecto, la gente se involucra.

(R.S.): La mayoría ha venido no por lo que pagamos, que es casi simbólico, sino por el proyecto en sí mismo. Además, se da una cosa curiosa, porque cuando vienen los profesores llegan un poco preocupados, ya que siempre impacta enfrentarse a una clase con quince chicos en silla de ruedas. Pero los ven tan motivados que se contagian de ello y acaba siendo recíproco.

¿Por qué quince alumnos?

(C.H.): Los módulos de la Xunta tienen ese límite. Podríamos haber metido veinte, pero bueno, cuanto menos gente, mejor se imparte la formación.

¿Ya son todos animadores?

(C.H.): De quince han salido con solvencia once. Hay que tener en cuenta que es una formación muy compleja, muy dura. Hay algunos alumnos que se han retirado por distintos motivos.

Y en el salto al mercado laboral, ¿se ven reticencias por parte de las empresas para contratarles?

(C.H.): Todavía no hemos llegado a esa fase porque los chicos acaban de terminar. Pero ya había interés de algunas productoras cuando estaban en segundo curso. Lo que pasa es que en dos años la cosa ha empeorado bastante y de cinco productoras en Galicia solo queda una. De todas formas, ellos tienen el corto como su carta de presentación y empezaremos a moverlo por todas las empresas y festivales del sector. Porque ese es la verdadera motivación de Averhó, que consigan un trabajo.

\“A ver, home!\”
Cuentan sus promotores que Averhó nació de una expresión muy empleada en Galicia para infundir ánimo. \“El ‘a ver, home!’ de toda la vida\”, puntualizan. Este nombre no podría describir mejor el espíritu y el propósito de una fundación como pocas, que nace de la colaboración entre el doctor Rodríguez Sotillo, director de la Unidad de Lesionados Medulares del Chuac, y Celestino Hermida, productor y director de cine de animación. Ellos vieron la trascendencia de un proyecto para ayudar a que chicos con problemas de movilidad se integren laboral y socialmente. El resultado se podrá ver el martes, con el estreno del cortometraje que han hecho los alumnos de la primera promoción.