Cincuenta canciones para mantener la sonrisa de Lola

Cincuenta canciones para mantener la sonrisa de Lola
La pequeña, junto a sus padres Paula Faro y Fernando Lista, cerca de su vivienda en O Graxal .quintana

La última de las iniciativas que se han proyectado para ayudar a Lola Lista Faro es un festival solidario que tendrá lugar el próximo día 8 en el restaurante \“El Pantalán\” de la playa de Oza, en el que participarán de forma gratuita media docena de grupos y cantantes de toda la provincia. El precio de las entradas es de cinco euros y la recaudación irá íntegramente destinada para el tratamiento de la niña. Además se venderán rifas para poder participar en el sorteo de una camiseta de Juan Carlos Valerón y un balón firmado por la plantilla del Deportivo, así como otros muchos obsequios cedidos por varias firmas de manera desinteresada.

Este festival solidario es una de las muchas campañas que se han puesto en marcha para recaudar fondos para pagar el costoso tratamiento que permitirá que Lola tenga mejor calidad de vida. \“No queremos que nuestra hija tenga lujos, sino que sea feliz y tenga una vida digna\”, aseguran los padres, Paula Faro y Fernando Lista.

Los problemas de movilidad que tiene Lola podrían reducirse con un costoso tratamiento

Tres años de lucha > Paula Faro rememora el inicio de la historia y como llevan tres años de lucha y de idas y venidas llevando a su niña a todo tipo de médicos para que pueda ir superando poco a poco los problemas derivados de un complicado parto. \“Tenía un embarazo gemelar de alto riesgo y a las 27 semanas comencé a sentir unos dolores muy fuertes, pero en el centro de salud me dijeron que estaba todo normal. Luego fui a mi ginecólogo y me mandó inmediatamente al hospital porque algo iba mal\”, explica la joven. Efectivamente, Paula perdió a una de las gemelas, aunque Lola aguantó y nació mes y medio después. \“Fue un milagro que sobreviviera\”, recuerdan sus padres. Después de pasar 24 días en la incubadora, la niña recibió el alta, pero no sin que antes sus proganitores recibiesen la noticia de que padecía una leucomalacia periventricular, \“una especie de quistes en la cabeza que impedían su correcto desarrollo neuronal\”.

Desde ese día comenzó el periplo de Faro y Lista por encontrar un diagnóstico más claro y los tratamientos posibles. \“Fuimos de pediatra en pediatra pero nadie nos aclaraba nada\”, lamentan. Hasta que un día, cuando Lola tenía seis meses, la ingresaron en el hospital Materno por fiebre alta. \“La doctora vio una analítica que le habían hecho días antes y mandó inmediatamente que le hiciesen todo tipo de pruebas\”, apunta Faro. La niña presentaba niveles altos de amonio, lo que podría haber causado la muerte de su hermana gemela y su parálisis cerebral. \“Al principio nos pusieron las cosas muy mal e, incluso nos dijeron que se podía quedar vegetal\”, recuerdan sus padres.

Tratamiento > Lejos de rendirse, comenzaron a buscar información y a hablar con médicos y familias que estaban en la misma situación. Actualmente, Lola acude a fisioterapia y al logopeda tres días a la semana, además de completar su rehabilitación en un centro privado de terapia con caballos. \“Aunque sabemos que esto va a ser para toda la vida, si se trabaja a edades tempranas –antes de los seis años– puede mejorar mucho\”, explica Lista.

Los padres de Lola han encontrado ahora un innovador tratamiento que podría mejorar en gran medida las capacidades motrices de la pequeña. Se denomina \“Therasuit\” y está basado en los trajes que usaban los astronautas para adaptarse a la gravedad cuando volvían del espacio: \“Estuvimos el otro día en la Fundación Nipace, que es donde lo aplican, y nos dijeron que la niña podría sostener la cabeza por ella misma y a partir de ahí, trabajar la movilidad del resto del cuerpo\”.

Tanto este tratamiento, que cuesta 3.000 euros cada sesión, como las intervenciones a las que se tiene que someter Lola para reducir la rigidez muscular –que son 6.000– tiene que pagarlos la familia. \“El problema es que la Seguridad Social apenas se hace cargo de las necesidades que tienen este tipo de niños y nosotros no podemos permitírnoslo\”, lamenta Paula, quien ha tenido que dejar su trabajo para cuidar de su hija. \“Si un niño normal necesita atención, para cuanto más, alguien como ella\”, añade.

Cincuenta canciones para mantener la sonrisa de Lola

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