El Deportivo presupuestó para la temporada que finalizó prematuramente para el conjunto coruñés sin poder optar al ascenso más de seis millones de coste de plantilla inscribible en la competición. Sin embargo, según algunas fuentes, el coste real del equipo que disputó el curso actual en Segunda B fue muy inferior, algo más de tres millones, tal y como había apuntado en su momento el entonces presidente blanquiazul, Fernando Vidal.
Hay varios matices a tener en cuenta para ese desajuste entre el presupuesto y la realidad. Uno es que la temporada anterior se extendió más de lo normal y, según lo que explicó el club en la última Asamblea, la contabilidad posterior al 30 de junio se trasladó al actual ejercicio contable, el que acaba dentro de un mes. Ahí estaría una parte importante de esa diferencia entre presupuesto y realidad.
Además, habría que considerar también que algunos jugadores no acabaron costando lo que el Deportivo tendría que pagarles. Es el caso de Diego Rolan. Cuando Fernando Vidal hizo alusión al gasto en plantilla, precisó que eran algo más de tres millones y Rolan. El uruguayo tenía en Segunda (y Segunda B) una ficha próxima al millón de euros bruto (500.000 netos), pero el equipo al que fue cedido en el mercado invernal asumió la práctica totalidad de los emolumentos del delantero charrúa. Los servicios que le prestó al Deportivo durante unos meses apenas supusieron desembolso para la entidad herculina. Tampoco hubo que asumir la ficha del argentino Fede Cartabia, que se marchó cedido con opción de compra al mismo equipo en el que ya había militado una temporada antes, el Al Ahli de Dubai.
En total, el Deportivo abonó unos 3,2 millones de euros por toda la plantilla y el cuerpo técnico, cantidad a la que habría que aumentar unos 200.000 euros de comisiones para las agencias de representación de los futbolistas.
Perdidas
Con esos seis millones presupuestados para la plantilla pero que van más allá de los jugadores que vistieron la blanquiazul en el curso recién finalizado, el Deportivo estimó unas pérdidas de nueve millones de euros.
El presidente actual, Antonio Couceiro, explicó que la propiedad, Abanca, asume los números rojos, como mínimo, hasta que el equipo regrese al fútbol profesional, pero se ha propuesto ajustar el presupuesto de modo que las pérdidas se reduzcan.
A esa pretensión ayudarán varios factores. Por una parte, la venta de Mujaid Sadick por cerca de dos millones de euros al Genk belga.
Además, la próxima temporada habrá más partidos en casa y en una situación sanitaria que debería ser mucho mejor que la del curso finalizado. Eso ayudará a incrementar los ingresos tanto por abonos como por taquilla y a mejorar los números de las Deportiendas los días de partido, aunque, eso sí, el club tiene previsto externalizar la gestión de esa filial, al igual que ha hecho con la clínica recientemente.
Paralelamente, el Deportivo aspira a reducir el coste de la plantilla de jugadores y para eso debe renegociar contratos y dar salida a los que más cobran. Es el caso del centrocampista Uche Agbo y de otros cuyas nóminas van subiendo conforme avanzan los contratos, caso de Borges. Además, como dijo Couceiro, hay jugadores que prefieren salir a equipos de superior categoría y que tienen cláusulas liberatorias como la que permitió al Deportivo cortar la relación con Nacho González.