Con junio llega el mes del orgullo Lgbtiq+, pero desde ALAS Coruña luchan por el colectivo los 365 días del año. Desde que la asociación nació, hace ya once años, centros escolares e instituciones reciben talleres de educación afectivo-sexual, aunque la tarea se intensificó desde 2019. “Ya no solo porque tuviésemos más ganas, sino porque se nos demanda más este servicio”, asegura el técnico de ALAS, Pablo Zas.
La falta de referentes y el desconocimiento del entorno de los alumnos del colectivo sigue presente en los centros educativos, por lo que es cada vez más importante el aprendizaje y la tolerancia. “La mayor parte de las veces son los propios centros los que nos piden estos talleres tras detectar problemas de acoso escolar por lgbtifobia o un caso de una alumna o alumno trans”, dice.
A partir de ahí nace la necesidad de sensibilizar, pero no solo al propio alumnado. “Los profesores tienen muchas dudas al aplicar el protocolo de identidad de género y hay una carencia muy grande de formación del profesorado, que son quienes están todos los días con los alumnos”, sostiene.
A la hora de acudir a las aulas (estas formaciones se han impartido en cursos de ESO y Bachillerato) surgen muchas dudas, y una de ellas se puede resolver con el simple hecho de escuchar a las personas de alrededor: ¿La orientación sexual es una elección? “Crees conocer un tema pero tienes muchas ideas mezcladas en tu cabeza. Los principales temas que se tratan son formaciones básicas de contextualización, así como el bullying y la salida del armario; los tres pilares que más afectan en estas edades”, añade.
Una de las prácticas que más atención despierta son los juegos de roleplay, en los que, por ejemplo, un alumno heterosexual tiene que salir del armario. “Se hacen preguntas que ellos nunca se han planteado porque no les ha hecho falta y supone un gran choque”, considera el técnico de ALAS.
Ahora bien, si hay respeto entre los alumnos, también tiene que haber voluntad en los profesores. “En todos los decretos a nivel educativo en Galicia y a nivel estatal se reconoce la obligatoriedad de la formación del profesorado sobre temas de diversidad afectivo-sexual”, relata Zas, que, a su vez, destaca la falta de formación y de recursos “cuando un profesor se encuentra con un caso de diversidad lgtbi. Si no tiene voluntad, es muy difícil”.
Todos los talleres de ALAS Coruña se han llevado a cabo en centros públicos de Galicia. El dato en colegios concertados y privados es inexistente. “Por desgracia siguen existiendo casos de discriminación en los centros. Durante la pandemia, pese a que estaban cerrados, se hizo un estudio y se esperaba que los niveles de discriminación bajasen, pero fue todo lo contrario. Aumentó y se trasladó a las redes sociales”, sentencia Zas.
La diversidad afectivo-sexual es también una tarea pendiente en las asignaturas. “Se puede incluir de muchas maneras, desde filosofía, hasta lengua castellana y, claramente, ciencias naturales. Hoy en día ni se nombra que Lorca era gay”, comenta.
ALAS, para seguir con su labor, pide entrar en la red Coruña Educa. Y es que, hasta ahora, no han recibido ningún tipo de apoyo económico para concienciar sobre algo tan básico y necesario.