A punto de empezar la operación salida, la movilidad todavía no se ha recuperado. Ramiro Martínez Rodríguez, director del Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste, apunta hacia la razón principal. “Hay miedo a viajar, gente que está esperando a la vacuna, que no quire moverse. La normalidad no llega de golpe”. Al centro de gestión llegan todos los datos que permite trazar el retrato más ajustado del estado de la movilidad. Desde el uno de enero hasta el 28 de este mes, la intensidad de tráfico en el área metropolitana de A Coruña es de 10% menos que en 2019.
Pero, comparada con otras áreas metropolitanas de la comunidad, A Coruña parece haber recuperado rápidamente su movilidad. En Ferrol tiene un -18%, Santiago -27%, Pontevedra -12,5%, Vigo -12,3% y Lugo -8,7%. El único que parece haberse incrementado con respecto a 2019 es Ourense, con +11%. Sobre este último punto, el director del centro de gestión matiza que se incluye los accesos del límite con Zamora y Pontevedra. “Un corredor que se emplea mucho por gente como inmigrantes que vienen de Francia y van a Portugal”, aclara.
En total, en toda Galicia, la intensidad de la movilidad es 12,5% menos que en 2019. Por supuesto, se obvia a efectos estadísticos 2020. Este mes de junio, con respecto a 2019, la movilidad es 4,4% menor. “Año tras año se incrementa la movilidad un 5% más y este año le correspondería estar muy por encima de 2019, pero aún estamos por debajo, aunque se está igualando”, añadió. Eso no significa que haya menos movilidad en A Coruña que en Ourense, advierte Martínez, porque en la primera hay muchos más vehículos que en la segunda.
Como gran parte de la circulación en A Coruña procede del área (más de la mitad de los desplazamientos en el interior del casco urbano se producen a pie) la movilidad interior también se mantiene baja, aunque algo más del 90%, según fuentes municipales.
Estas mismas fuentes señalan que, aunque ya no hay restricciones de movilidad, ni de desplazamientos entre los cinco ayuntamientos más próximos, todavía se está recuperando la normalidad. A nivel laboral, el flujo de tráfico en horas punta es prácticamente el mismo, lo que refleja un escaso impacto del teletrabajo.
En cuanto al ocio, la hostelería parece satisfecha y solo queda por recuperar el tramo que va de las 01.00 a las 06.00 horas, con los pubs cerrados hasta el día uno.
Era impresionante ver la caída del tráfico. Se ve perfectamente: escalada, desescalada
Los gráficos forman parte de la vida de Ramiro Martínez, que lleva muchos años al frente del Centro de Gestión de la DGT, y nunca había visto nada parecido a los gráficos del año pasado. “Era impresionante ver la caída del tráfico. Se comportó como decían: escalada, desescalada...”, recuerda. En su ordenador quedaron registrados, como en los anillos del tronco de un árbol, todos los cambios. “Se ve perfectamente a las seis como caía el tráfico cuando hubo el cierre del comercio porque la gente se desplazaba a las seis y veinte. Cuando nos confinaron a las diez de la noche, las curvas, comparativamente con 2019 se iban más hacia las once, se iban a las diez y luego quedaban toda caída y plana”. Ningún experto en tráfico había visto algo así jamás.
“Claro, de los que estamos vivos, nadie había visto una pandemia. Y menos con datos de tráfico que permite decir que el tráfico se estaba comportando perfectamente como mandan las leyes. Y es muy, muy significativa”, reconoció. Todo el año pasado es, para la DGT, como todo el mundo, un año perdido, pero le quedan los datos. “Hay gráficas muy interesantes”.