Magüi Mira versiona y dirige esta comedia inteligente que combina diversión y descaro, sin convencionalismos y con los espectadores en acción, y Gabino Diego, sobre los escenarios desde los 16 años, interpreta a un hombre “perdido” que el sábado se mostrará sin dobleces al público de A Coruña (teatro Colón).

Háblenos de “Los Mojigatos”
Es una obra de Anthony Neilson, que es un escritor inglés, donde un matrimonio, que lleva dieciocho meses sin sexo, decide alquilar un teatro para contar al público su situación y, según va avanzando la función, vemos por qué esa pareja tiene un problema, aunque ellos se quieren mucho. Es una obra que habla de todo lo que puede tener una pareja hoy en día, de las cosas que no están ahora permitidas y antes sí… En un momento dado se empiezan a preguntar por qué hace años cuando veían “Instinto Básico” a la chica le gustaba un tipo duro y ahora no… Mi personaje está perdido. No sabe si tiene que ser duro o tiene que ser sensible… Todo eso con sus momentos musicales.

Dice que su personaje está perdido, pero ella… ¿Quién está más?

Los dos están perdidos, pero es algo que podemos ver en la actualidad en las parejas, que no sabemos bien lo que queremos. Al final triunfa el amor, que es lo más importante, que exista amor.

El papel del público es esencial también, es como su cómplice.
El público es como el terapeuta, el que nos escucha… Además, muchos de ellos se sentirán identificados. La función es una comedia y la gente se va reír mucho, pero tengo que decir que también es uno de los papeles más dramáticos que he interpretado porque a medida que pasan los minutos el público se va dando cuenta de que este personaje tiene un problema, que no voy a desvelar pero que está ahí. Digamos que es una obra muy original “dramatúrgicamente” hablando.

¿En “Los Mojigatos” se rompen muchos clichés respecto a las relaciones de pareja?

Más que nada, se muestran. La verdad es que en las cosas de pareja está casi todo ya inventado pero siempre es bueno revisar ideas e impresiones en los tiempos que corren. Con esta pareja podemos ver desde fuera todo el proceso, y adentrarse en el día a día de una pareja desde fuera nos permite tomar distancia y comprobar lo absurdos que podemos llegar a ser, que, a veces, nosotros mismos nos complicamos la vida sin necesidad.