El Deportivo quiere dejar atrás la última derrota, el domingo a manos de Unionistas, y para ello nada mejor que resarcirse este viernes en el Abanca Riazor, donde recibirá a la SD Logroñés que no ha ganado a domicilio. Un estadio herculino que, por el momento, se ha mostrado un fortín del que han sido incapaces de llevarse puntos ninguno de los equipos que le han rendido visita.
Y no solo eso, tampoco ninguno de los dos adversarios que pasaron por Riazor fueron capaces de marcar.
Con una ‘manita’ se fue el Celta B en la jornada inaugural liguera. El filial celeste, que se había impuesto el curso pasado en el campo coruñes (1-2), vio como el Deportivo se tomaba la revancha.
Hasta cinco dianas celebraba un Riazor que ya contaba con público, alrededor de un 40% del aforo (14.000 espectadores) debido a las restricciones por la pandemia.
Marcaban Quiles, Menudo, Miku, Doncel y Noel en una noche en la que el deportivismo disfrutaba de nuevo del fútbol y de su equipo.
Después de dos triunfos a domicilio ante Tudelano (0-1) y Calahorra (0-3) el Deportivo regresaba a su campo para recibir a un CD Badajoz que se quedaba la campaña pasada a las puertas del ascenso.
Un partido exigente en el que los coruñeses eran capaces de superar momentos en los que no estaban cómodos ante unos blanquinegros que no se arrugaban a pesar del escenario y la entidad de su rival. No obstante, espoleados por la grada los herculinos conseguían ir mejorando en su juego y madurando el partido y era finalmente un tanto de Alberto Quiles el que daba la victoria a los de Borja Jiménez.
Después de recibir los dos primeros goles en contra del curso y perder tres puntos en el Reina Sofía vuelve el Deportivo al abrigo de su afición para retomar la senda del triunfo y recuperar sensaciones.
Será el primer partido en el que acuda afición visitante, tal y como confirmó la SD Logroñés, después de que por las restricciones no hubiese hinchas ni del Celta B, ni del CD Badajoz.
El aumento de aforo ante el cuadro extremeño provocó que se formasen en el último partido importantes colas en algunas de las entradas al estadio coruñés, como la puerta 12, que daba acceso a Marathon Superior.
Eso implicó que muchos seguidores tardasen hasta diez minutos en poder acceder al campo, una circunstancia que esperan que no se repita este viernes.