El barrio de Vioño cuenta desde hace unos días con varias zonas de aparcamiento en batería, una de las medidas utilizadas por el Gobierno local para tratar de frenar la doble fila. Los vecinos, sin embargo, están divididos ante esta novedad. El comentario general es que se han ganado más plazas para estacionar los vehículos, pero la doble fila se mantiene, por lo que supone una dificultad a la hora de tratar de pasar por la carretera, ahora más estrecha.

“Es verdad que se ha aumentado el número de aparcamientos, pero se ha hecho a costa de que si alguien para en doble fila, la carretera se tapona y no hay espacio para pasar”, asegura Carlota, residente en el entorno del parque de Vioño.

Opiniones

Carolina, que acude casi a diario al barrio para comer en un local de hostelería, dice que en la última semana ha tenido varios momentos incómodos.

“Siempre vengo en coche al mediodía para comer con mi marido y dar una vuelta por el parque con los perros. Cuando vengo, justo coincide con la salida de los niños de la guardería que hay en el barrio y ya van dos veces que no puedo pasar por los coches parados de forma irregular”, dice.

Esta mujer añade también que “parece que se ha corrido la voz de que hay más sitio para aparcar en Vioño y ahora siempre hay más coches de barrios colindantes”. En las redes sociales, cuando los usuarios comenzaron a comentar el cambio de estacionamiento en los alrededores del parque, ya se dejaron ver opiniones contrarias a la medida, como el de algunas madres de alumnos que acuden a esta guardería, situada en la calle de Revolución Francesa. Estas consideran un error dejar solo un carril a la altura de la escuela ya que la única alternativa para dejar a los más pequeños es, o bien la doble fila, o aparcar lejos y llevarlos.