“Reclamamos el derecho al descanso nocturno”, así de tajante se mostraba ayer el representante de los vecinos de la Ensenada del Orzán, José Luis Méndez, en un encuentro en el que reclamó, junto a más habitantes del entorno, que se amplíe la presencia policial para evitar los botellones en la zona, a los que culpan de no dejarles conciliar el sueño.
Méndez subrayaba que la presencia policial en franjas horarias como las 04.00 horas carecen de sentido. “Queremos presencia policial a partir de las 22.00 horas y que sea continuada”, indicaba, ya que consideran que es una de las pocas formas de persuadir las concentraciones para beber en la calle.
“La Policía dice que no tiene medios”, explicaba el representante vecinal, a lo que añadía que es el Ayuntamiento quien “debe proporcionar esos medios”.
El botellón no es algo novedoso, ya que antes de la pandemia la queja era la misma. “No cambia nada, diría que está peor”, aseguraba Méndez, que añadía que los problemas vecinales están derivando en ataques de ansiedad y necesidad de pastillas para dormir.
Ayer, los vecinos estaban acompañados de miembros del grupo municipal popular. Su portavoz, Rosa Gallego, aseguraba que en el pleno extraordinario que solicitaron el pasado jueves, para tratar la inseguridad en la ciudad, buscarán un hueco para abordar este problema.
Un problema que, según Gallego, no solo afecta al sueño o al aumento del ruido nocturno, sino que incluso “a una persona le destrozaron el portal”.
“Exigimos medidas ya, los vecinos están hartos de hablar”, decía, a lo que añadía, en relación al Gobierno municipal, que “no se puede decir que se ha terminado con el botellón en la ciudad”, haciendo referencia al fin de esta práctica en los jardines de Méndez Núñez, algo celebrado por el Ejecutivo.
Hace unas semanas, los vecinos del Orzán plantearon aprovechar la reurbanización del Puerto para trasladar ahí el botellón, algo que no parece estar entre los objetivos municipales.
“Los problemas no se solucionan trasladándolos”, aseguraba la alcaldesa, Inés Rey, que añadía que “los problemas se solucionan haciéndoles frente y atajándolos, eso es lo que está haciendo el Gobierno local”. La regidora aseguró que ya se puso en marcha un refuerzo policial nocturno (Local y Nacional) “para evitar y sancionar aquellos actos que sean intolerables”, como orinar en la calle o el ruido excesivo.