Brahim Ghali, líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), reconocida por decenas de países, agradeció la solidaridad mostrada por el pueblo y el estado español y se felicitó por el trabajo de la justicia de este país.
En una conferencia de prensa, ofrecida en los campamentos de refugiados saharauis levantados hace más de 45 años en la región desértica argelina de Tinduf, Ghali evitó referirse de forma explícita a la polémica sobre su entrada en España para tratarse de una grave infección por covid-19, pero aludió al archivo de una de las dos causas por torturas y detención ilegal, en este caso la presentada por ciudadanos marroquíes.
“Hubo una querella presentada por ciertas organizaciones pro marroquíes con acusaciones falsas que no se basaban sobre ninguna realidad y creo que el juzgado dio su punto de vista, tomó su decisión que todos vosotros conocéis”, indicó Ghali ante un grupo de periodistas locales y extranjeros llegados de España.
Sin embargo, esa causa, inicialmente archivada por el juez español Santiago Pedraz, fue después reabierta al recurrir los demandantes y revocar la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional la decisión del magistrado, por cuestiones de forma. La Sala consideró que debía haberse tramitado bajo la figura legal de “sumario” y no como “diligencias previas de procedimiento abreviado”.
“Y reitero nuestro agradecimiento a la solidaridad española en los diferentes pueblos de España y a las diferentes instituciones. Somos muy reconocedores de esa solidaridad que nos ha acompañado durante décadas y que esperamos nos acompañe hasta la victoria”, concluyó el líder polisario, que posee la nacionalidad española.
Ghali se contagió de covid-19 el pasado mes de abril y, tras ser brevemente tratado en un hospital militar de Argel, fue trasladado de urgencia a España en un avión medicalizado e ingresado en un hospital de Logroño en una operación que desató el malestar de Marruecos, y que el Gobierno español aseguró que se hizo por “razones humanitarias”.
El traslado desató una crisis diplomática entre España y Marruecos, a la que se sumó una avalancha de migrantes irregulares a través de la frontera marroquí, acción que fue duramente reprobada por la Unión Europea.
Gali tiene abierta otra querella, por similares motivos, presentada por un ciudadano español.
Acuerdo de 1991
Por otro lado, Ghali pidió una renegociación del acuerdo de alto el fuego firmado bajo los auspicios de la ONU en 1991 porque, en su opinión, debe adaptarse “a las nuevas circunstancias”.
Advirtió, no obstante, que el referéndum de autodeterminación aceptado entonces continúa siendo una línea roja para el pueblo saharaui.
“Hay que a recordar que la designación del nuevo enviado especial de la ONU (Steffan de Mistura) no es un fin en sí mismo. El objetivo es la descolonización del Sáhara Occidental”, señaló el líder polisario.