El pasado septiembre, un niño de tan solo ocho años fue trasplantado de corazón en la unidad de Cirugía Cardíaca Infantil del Hospital Teresa Herrera. El joven ya recibió el alta y se encuentra en su hogar, en un estado “satisfactorio”.
El niño sufría una cardiopatía denominada “Síndrome de Shone”, que se caracteriza por afectar a todas las cavidades y estructuras del lado izquierdo del corazón. La cardiopatía en cuestión fue detectada durante la gestación.
A los pocos días de nacer, fue intervenido para tratar de revertir el problema, pero la complejidad de la situación solo dejó como salida el trasplante, tras desechar otras alternativas, como un tratamiento corrector.
El cirujano cardiaco infantil Carlos Velasco, que participó del trasplante, junto a un equipo multidisciplinar, asegura que fue uno de los "trasplantes más complejos" realizados en A Coruña, ya que el joven llevaba ya seis cirugías cardíacas previas.
“Asociado a la evolución de la enfermedad, el paciente presentaba hiopertensión pulmonar severa, lo cual dificultó mucho la elección de un paciente adecuado”, explicaba el doctor Velasco. El joven estuvo en lista de espera unos dos años, hasta que se encontró el donante adecuado para él. El trasplante pudo llevarse a cabo gracias a la solidaridad de la familia de otro niño que falleció y que donó sus órganos.
Velasco destacaba la “importante colaboración” de las diversas unidades del hospital herculino para llevar a cabo este tipo de intervenciones, además de la “alta especialización” que presentan los profesionales sanitarios que trabajan en la ciudad.