El Celta firmó este viernes ante el Espanyol uno de sus mejores partidos de la temporada (3-1), y lo hizo con una aplastante exhibición que permite al conjunto celeste volver a ganar en Balaídos casi tres meses después del lejano triunfo ante el Granada.

El Celta tuvo el control del partido durante la primera mitad. Su inicio fue excepcional. Con poco más de dos minutos llegó la diana de Santi Mina. Vive un momento de forma dulce. El martes fue decisivo en la Copa del re con un cabezazo en la prórroga contra el Andorra; ante el Espanyol, la secuencia del gol fue un buen control, una pared con Aspas y un toque final preciso ante Diego López.

Ese tanto de Santi Mina fue una de las pocas ocasiones del primer tiempo. El Espanyol apenas apretó. El Celta mostró oficio: más posesión de la pelota, dinamismo en ataque, presión para incomodar la salida del rival, bien armado atrás cuando tuvo que defender.

Fue un primer tiempo poco vistoso, frío, solo alterado en los cinco minutos finales por un peligroso lanzamiento de Brais Méndez que pasó cerca del poste y un veloz contraataque del Espanyol que colocó a Puado ante Dituro, que se exhibió con una gran estirada en la única oportunidad visitante.

El Celta abrió la segunda parte con otro gol tempranero. Solo iban dos minutos. Y llegó una genialidad de Aspas, con un tiro preciso desde un lateral del área, imparable para Diego López por la curva que adquirió la pelota en su trayectoria. Con ese golazo Aspas coronó una buena acción colectiva, un ataque que hasta llegar al delantero moañés pasó con velocidad por Cervi, Denis Suárez y Brais Méndez.

El Espanyol quedó sin reacción, impotente ante el claro dominio celeste, más allá de una aproximación de Puado y un disparo lejano de Pedrosa. Ni los tres cambios que hizo a la vez Vicente Moreno modificaron el escenario.

El Celta mostró un enorme poderío. Fue enérgico, activo, ambicioso. Tuvo la pelota y buscó el tercer gol. Lo rozó Brais Méndez con un lanzamiento, después de recuperar la pelota y regatear varios defensores.

También lo intentó Santi Mina con un disparo desde un vértice del área. O Aspas, con un remate cercano a Diego López. Lo logró finalmente Denis Suárez, que recogió un centro de Hugo Mallo para finiquitar otro ataque sin frenos del conjunto de Eduardo Coudet.

El ciclón celeste abrumó al Espanyol, que despidió su derrota en Balaídos con un golazo desde cuarenta metros de Loren, que vio adelantado a Dituro.