El año pasado, la Policía Local registró más accidentes que nunca en los que estuvo implicada una bicicleta: 37. Se trata de la cifra más alta de la serie histórica y el doble que los siniestros en los que estuvo implicado un ciclomotor y se trata de accidentes con heridos. La cifra sirve para poner de manifiesto que en A Coruña cada vez se pedalea más, pero también la necesidad de una mayor concienciación en el uso de este vehículo.
El Ayuntamiento ha potenciado el empleo de la bicicleta mediante una fuerte inversión en el servicio de alquiler municipal de BiciCoruña y también quiere fomentar su buen uso, sobre todo entre los más jóvenes, con un programa de formación.
El Ayuntamiento lleva tiempo prometiendo estos cursos, desde que comenzaron a surgir las primeras críticas a cómo los adolescentes emplean los vehículos de BiciCoruña: lo hacen como si fueran de recreo y no medios de transporte. Eso significa que a veces circulan por la acera o en dirección contraria, echan carreras o viajan varios en una, no las dejan en las estaciones cuando acaba el horario.
Al público no le gusta este comportamiento y al Ayuntamiento tampoco. La alcaldesa anunció el pasado julio que los jóvenes recibirían esa formación vial. Pero el curso escolar se va a acabar y nada se ha sabido del asunto. Ahora, en declaraciones a El Ideal Gallego, asegura que la Concejalía de Movilidad se halla trabajando con asociaciones de ciclistas como Mobi-liza para iniciar esos cursos con los alumnos de los institutos y a partir del Bachillerato que son los que las pueden utilizar y los que más las utilizan. “Efectivamente son necesarios porque la bici es un vehículo y se utiliza como medio de transporte”, sentencia Inés Rey, precisando que su intención es que esta iniciativa se puede poner en marcha el próximo curso.
Rey entiende que para circular por la calle es necesario adquirir unos mínimos conocimientos de educación vial, de seguridad vial y del código de circulación. “Es decir, uno tiene que saber que si hay un ceda hay que parar, si hay un stop también hay que parar, que en los pasos de peatones tiene preferencia el peatón, que no te puedes saltar el semáforo y que la bici no puede ir por la acera”, resume la regidora. Según la alcaldesa, las nuevas generaciones “ya no tienen entre sus ansias el sacar el carnet de conducir como nosotros cuando teníamos 18 años”, lo que puede haber contribuido a ese desconocimiento del código de circulación. “Evidentemente, no les vamos a preguntar por el gálibo, como se hace en los exámenes de la DGT –bromea– pero sí un mínimo de normas”.
Por su parte, Francisco García, tesorero de Mobi-liza, y fundador de Escola da Bici hace más de diez años, concuerda en que los más jóvenes deben darse cuenta de que la bicicleta no es un juguete. Por lo menos, las de BiciCoruña, sino un medio de transporte. “Todos hemos hecho el cabra con la bici cuando éramos niños pero, cuando se trata de circular, es distinto. Estas bicicletas están hechas para la movilidad de las personas, con la vía pública”, advierte. Mobi-liza lleva años embarcada en la causa de fomentar la movilidad responsable, ya sea en transporte colectivo, en Vehículos de Movilidad Personal (VMP) o a pie. No solo en bicicleta.
Pero García no considera que sacarse el carnet de conducir sea el factor definitorio. “Es una cuestión de civismo, básicamente ¿Cuánta gente hace el cabra con un coche con un tonelaje tremendo, con lo peligroso que es?”, se pregunta. Lo que esta asociación lleva años haciendo lo plantean ahora desde María Pita. “En política las cosas siempre van despacio”, reconoce el tesorero de Mobi-liza. Le toca pedalear al Gobierno local.
Aunque al Ayuntamiento le gusta destacar BiciCoruña como uno de los grandes éxitos en movilidad, hay que señalar que no ha servido para reducir el número de coches que circulan por las calles coruñesas. La propia alcaldesa explica el motivo cuando señala que los jóvenes que emplean de forma indebida las bicicletas del servicio municipal de alquiler no se han sacado el carnet de conducir: los usuarios de BiciCoruña no se desplazaban antes en vehículo privado, sino en transporte público, a pie, o en su propia bicicleta, en su mayor parte.
Los datos internos apuntan a que de media se registran 3.000 usos diarios de BiciCoruña. O sea, 21.000 a la semana, mientras que cada día entran y salen de la ciudad más de 100.000 vehículos. Por otro lado, de estos 21.000 usos, los expertos municipales calculan que solo el 15% corresponderían al vehículo privado. Es decir, que ha eliminado 3.150 desplazamientos en todo el año. La conclusión es que, a pesar de su inmensa popularidad, BiciCoruña no está cambiando de forma sustancial la forma en la que los coruñeses se desplazan.