La Comandancia de la Guardia Civil de Lonzas acogió ayer la presentación de once nuevos vehículos ecológicos: cinco eléctricos y seis híbridos, uno de ellos enchufable. Los eléctricos no tienen la autonomía de un coche de explosión interna, así que los guardias civiles se verán obligados a usarlos en entornos cerrados, como en instalaciones portuarias. Con estos vehículos, más los que recibieron el 16 de enero, la Comandancia ya cuenta con un 25% de su flota renovada.
Por otro lado, subsiste el problema de falta de personal. Hay que señalar que algunos cuarteles del área metropolitana tienen que cerrar a menudo por falta de agentes que los mantengan abiertos y esto afecta también en el número de patrullas que se pueden hacer en los diferentes municipios. La subdelegada del Gobierno, María Rivas, que acudió al acto de presentación, señaló que se están tomando medidas en ese sentido. “El problema es que hasta hace tres o cuatro años no se tomaban medidas para reponer las bajas, pero nosotros sí lo hemos hecho. Creo que ya se están viendo los resultados. En tres años, no habrá estos problemas”.
Mientras tanto, los pocos guardias civiles que quedan pueden patrullar en vehículos híbridos adquiridos, como señaló Rivas, con fondos del Plan de Recuperación. En otra parte han sido adquiridos con los fondos propios de la Dirección General de la Guardia Civil.
El Jefe de Apoyo de la Comandancia de A Coruña, José Manuel Leis, reconoció que los eléctricos no son apropiados para una persecución por su escasa autonomía. “Que, por otro lado, es mejor que no se produzcan”, apostilló.