El edificio que ocupa el número 13 de San Roque de Afuera fue declarado ilegal hace años por el Tribunal Superior de Xustiza (TSXG) y podría verse abocado al derribo si el Ayuntamiento no encuentra una salida jurídica que lo evite. El concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, reconoció que están analizando con los servicios jurídicos las últimas comunicaciones del juzgado. Sin embargo, no parece posible llegar a un acuerdo parecido al que evito el derribo de Conde de Fenosa, mediante una compensación al denunciante.

El juzgado dictaminó en 2013 que el derribo “alcanza a la totalidad de la edificación” –un total de 17 viviendas– y no solo los elementos que fueron considerados ilegales, como son la zona acristalada de la fachada y los salientes de los tendales del patio, que exceden el máximo de edificabilidad. En aquel dictamen, el juzgado daba la razón a la propietaria de uno de los pisos del edificio (y miembro en su momento de la junta de compensación), que impugnó la licencia municipal de obra, primero ante el Ayuntamiento y luego ante el juzgado.

Pero el Gobierno local insiste en satisfacer la sentencia con un derribo parcial, de solo el 30%. “Estamos estudiando si es posible finalmente esa demolición parcial, según nos indiquen. Se trata de reducir el impacto pero tenemos que estar a lo que decida el juzgado”, reconoció el concejal de Urbanismo. Los afectados, por supuesto, son los primeros en buscar un acuerdo, y así lo han solicitado en una mediación, pero Villoslada insiste: “A priori, no son extrapolables los acuerdos de Conde de Fenosa”.

Pero los servicios jurídicos buscan ahora una repuesta satisfactoria a las comunicaciones de la semana pasada. El proyecto de demolición total, de todos modos, ya había sido redactado y podrá aplicarse sin demora en un proceso que ya dura 20 años.