Dos hombres han sido juzgados este martes en la Audiencia Provincial de A Coruña por, presuntamente, distribuir dólares falsos a la salida de la cárcel donde se conocieron. Uno de ellos alegó que se los prestó el otro procesado porque necesitaba dinero y que no sabía que no fueran legales. A su vez, el otro acusado negó que lo hubiese hecho.
"Nunca presto dinero, no tengo para prestar", ha sentenciado este último, que ha dicho que solo le hizo "un favor" que fue presentarle a un amigo que tenía un hotel para que pudiese ir a dormir. No obstante, señaló que el otro encausado se fue sin pagar y que eso generó una discusión y dio lugar a "enemistad" entre ambos.
Por el contrario, el otro hombre apuntó que este le prestó 5.000 dólares cuando él le pidió dinero porque no tenía trabajo y problemas económicos y que era con la condición de que los devolviese, pero que no sabía su procedencia. "Me dijo que tenía unos dólares y que me los prestaba y que los cambiara".
Además, ha argumentado que, al no poder ingresarlos inicialmente en su cuenta, lo hizo su padre en dos ocasiones hasta que luego le comunicó que podía tener un problema fiscal.
"Eché mano de mi pareja y un día fue notificada que eran dólares falsos, entré en shock", ha señalado para indicar que también dio parte como un regalo y otro en pago a una masajista, sin saber, insistió, que no era moneda legal. Cuando lo supo, manifestó que tuvo una discusión con el otro hombre y que este le dijo que no sabía que eran falsos.
HECHOS
Según el Ministerio Público, los acusados entablaron amistad en 2019 cuando ambos se encontraban internos en el centro penitenciario de Teixeiro. Una vez que salieron en libertad, ya en 2020, continuaron con su relación y como uno de ellos estaba sin trabajo, decidió pedirle prestado dinero a su amigo.
Fue entonces, añade el escrito fiscal, cuando se pusieron de acuerdo "para introducir y distribuir distintas cantidades de dólares USA ilegítimos o engañosos".
Con tal finalidad, uno de ellos, el que estaba en ese momento sin empleo, aceptó la suma de 4.000/5.000 dólares, que le entregó su excompañero de cárcel "con conocimiento de que los billetes eran ilegítimos".
Luego le dio salida "de forma indirecta, valiéndose de terceras personas para introducirlos a través de diferentes entidades bancarias" con el cambio de divisas y sin que las implicadas tuvieran, además, conocimiento de que era moneda ilegítima. Fiscalía solicita para ellos penas que suman diez años y cuatro meses de cárcel.