Un hombre acusado de maltratar, agredir sexualmente y amenazar a la que era su pareja durante el confinamiento de 2020 ha negado los hechos este jueves en el juicio y ha atribuido la denuncia a que la mujer quiere vivir en “una casa de acogida”.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña celebra esta mañana el juicio contra el varón, para quien la Fiscalía reclama penas que suman 21 años de cárcel y el pago de una indemnización de 30.000 euros a la víctima.
“No sé qué pasó. Yo no le hice nada. Es inaudito”, ha declarado el sospechoso en la vista oral, en la que ha relatado que conoció a la mujer en un albergue en Gijón en febrero de 2020 y se fueron juntos a Santiago, donde los sorprendió el confinamiento.
Primero se alojaron en un albergue, pero después se fueron a vivir a una tienda de campaña y un día que la mujer fue a lavar la ropa contó el supuesto maltrato.
El hombre ha negado haberla maltratado, insultado, amenazado o violado, pues ha dicho que todas sus relaciones sexuales fueron “consentidas”.
“Estábamos en Santiago confinados. Salíamos a pedir e íbamos a la cocina económica. Venía todas las noches la Cruz Roja y la Policía Local por si necesitábamos algo”, ha indicado el hombre para dar a entender que no estaban solos.
Además, el varón ha apuntado que “iba todo bien” y el día en que la Policía le comunicó la demanda se quedó “asombrado”. También ha comentado que “ella se quería ir a un albergue”, por lo que se imaginó que lo había denunciado por eso.
Según relata la Fiscalía en su escrito de calificación de los hechos, durante su relación el procesado “con el propósito de atentar contra la integridad física y psíquica” de su pareja la insultaba reiteradamente e incluso le dijo en ocasiones que “iba a matar a su familia”, mientras controlaba sus movimientos y su dinero.
Sobre el día 2 o 3 de mayo de 2020 durante una discusión que ambos mantuvieron, asegura el Ministerio Público, “le propinó tres golpes con la mano abierta” a la afectada “en la zona de la nuca”.
El día 10 del mismo mes, añade, el hombre “le golpeó fuertemente con la mano abierta” en la misma zona.
También cuenta que desde que ambos se fueron a la tienda de campaña, el sospechoso obligaba a la mujer a mantener relaciones sexuales contra su voluntad.