La alcaldesa, Inés Rey, no disimuló su satisfacción al anunciar que había decretado ayer el final del estado de emergencia sanitaria después de 37 días, al considerar que se cumplen todas las condiciones para hacerlo. “Por tanto, cesarán también los servicios complementarios que estaba prestando Tragsa”, añadió. Según los técnicos municipales, la basura ya no se acumula en los contenedores, y ambas contratas, la de recogida de basura y la de limpieza viaria, funcionan normalmente.
El jueves se había llegado a un acuerdo con los comités de empresa (ambos controlados pro el sindicato STL) en los que las concesionarias cedieron a casi todas sus reivindicaciones. Hasta entonces, la regidora no se había decidido a levantar el estado de emergencia sanitaria más largo de la historia de la ciudad, y que había impuesto el 28 de febrero, después de varios días en los que la basura no se recogió y se vivió una campaña de sabotajes que incluyó la quema de dos camiones de recogida y más de cincuenta contenedores, que se atribuyó al conflicto sindical.
Pero que la situación se haya normalizado, no quiere decir que, aquí o allá, los coruñeses no encuentren contenedores que no han sido vaciados durante la noche El presidente del comité de empresa de PreZero (la concesionaria del servicio de recogida de basura), José Luis Varela, señala que esto ya venía ocurriendo desde hacía tiempo y lo atribuye a que los camiones tienen más de quince años de servicio.
Eso quiere decir que “averías va a seguir habiendo”. Los basureros esperan recibir los nuevos vehículos a lo largo de este mes, o el que viene. “No lo sabemos a ciencia cierta”, confiesa Varela. Conforme mejoren los medios, mejorará la recogida: “Volvemos a la normalidad, pero no en uno o dos días”.