El próximo lunes comenzarán las obras de reurbanización de la avenida de A Sardiñeira, que forman parte del proyecto de la intermodal. Para evitar que malentendidos como los de las Casas de Franco, que le han valido varias protestas vecinales, la alcaldesa, Inés Rey, se reunió ayer con un centenar de vecinos en el centro cívico de Os Mallos para explicar en qué van a consistir las obras. En el turno de preguntas, quedó claro que a los vecinos les preocupaba el efecto que tendrá la retirada de aparcamiento en los negocios de la zona y el carril bici en la seguridad vial.  

Al acabar la reunión sonaron varios aplausos, así que se puede interpretar que por lo menos algunos vecinos se fueron convencidos. La alcaldesa, acompañada por un técnico y por la nueva concejala de Movilidad, Noemí Diaz, atendió más dudas al acabar la reunión y a los residentes les quedó el consuelo de que no han sido consultados, pero sí informados.  

Los trabajos van a durar 14 meses y cambiarán por completo las aceras. Sobre todo, porque van a construir un carril bici bidireccional. Aquello no gustó a los vecinos, que temen ser atropellados por bicicletas o patinetes. Los portavoces municipales aseguraron que es la opción más segura para los técnicos pero, como señaló un vecino “os técnicos tamén se equivocan”. Algunos de los presentes pretendían que se instalara en la acera de la estación, pero se rechazó también.

Igualmente, la noticia de que la avenida pasará a ser de un único sentido hacia la ronda de Outeiro desde la calle Europa fue cuestionada por alguno de los asistentes al acto. Uno de ellos señaló que “non é o mesmo” vivir en una avenida que en una calle, entendiendo que A Sardiñeira dejaría de serlo y advirtió de que espera que eso suponga una reducción en los impuestos. 

Aquello desconcertó ligeramente a la alcaldesa, que se esforzó por mantener durante toda la sesión, que duró una hora larga, un ánimo positivo. No todas las dudas pudieron ser aclaradas, como las puntos de carga y descarga, porque los técnicos todavía no habían decidido su ubicación, o en qué sentido se podría girar una vez en la ronda de Outeiro. 

Accesos 

La actuación en todo caso, comenzará en unos días, y forma parte de los futuros accesos de la estación intermodal y permitirá construir una glorieta que conecte A Sardiñeira con la avenida de Arteixo.  Empezará por la acera de los edificios y se irá avanzando desde el cruce con San Rosendo hasta el edificio Aliko.  En esta primera fase, que durará tres o cuatro meses, se mantendrá el tráfico abierto. 

En la segunda fase sí se cortará el tráfico desde la ronda de Outeiro y los garajes y vados solo podrán acceder desde el otro lado. El tránsito peatonal estará garantizado durante el año y dos meses que durará la obra.