Desde 1962, la Asociación Pro Personas con Discapacidad de Galicia (Aspronaga) se encarga de minimizar la brecha entre la educación y la inserción laboral para todo tipo de alumnos con dificultades. A juzgar por los resultados y el éxito de las recientes promociones, ese salto es cada vez menos pronunciado, gracias al trabajo de los profesionales y educadores. Así lo pudo comprobar la alcaldesa Inés Rey en su visita de ayer al centro de Ciudad Jardín, donde se forman un total de 49 alumnos, divididos en nueve clases didácticas y dos de Formación Profesional.
La regidora fue atendida en primera instancia por Lucía, una alumna invidente que próximamente entrará a formar parte de la plantilla de Inditex.
Aunque reconoció sentirse nerviosa, llevó el registro de entrada de la alcaldesa como si de un visitante más de la nave de Sabón se tratase. Es uno de los motivos de orgullo de un centro enfocado por un lado a los jóvenes con problemas en el paso de la Primaria a la Secundaria, y por otro aquellos que no consiguen titularse al final de la educación obligatoria. El objetivo es lograr una Formación Profesional que moldee futuros activos del mercado laboral, como el caso de los quince alumnos de zapatería que han realizado prácticas en empresas o las cuatro inserciones laborales en la industria textil.
El límite de la educación inclusiva, que lo marcan los 16 años, es el momento clave para el trabajo de los profesionales. “Se trata de empleos sin apoyo, en los que el alumno se desarrolla de cara al futuro”, afirma el director del centro, Rubén Mateos. Por su parte, Rey calificó a Aspronaga de “referente” por la inclusión, alabó el funcionamiento del programa municipal de musicoterapia y se comprometió a una mayor aportación a través de la concejalía de Educación.