La Policía Local cerró esta semana otro establecimiento de ocio nocturno en el Orzán después del Grietax del mes pasado. En esta ocasión, le tocó el turno a La Cabaña del Mojito, situado en Pasadizo del Orzán. Un problema con el papeleo (el local había abierto bajo una nueva gerencia pero no tenía todos los permisos en contra) permitió a los agentes municipales realizar un aviso y, cuando fue desoído, actuar cerrándolo en la noche del viernes al sábado, a la espera de un precinto definitivo por parte de la sección de Disciplina Urbanística.
El miércoles se había comunicado a la nueva gerencia el cese de actividad del local antes conocido como La Chismosa, señalan fuentes municipales. En todo caso, el cierre del local no es definitivo, dado que una vez reúna la documentación requerida, podrá volver a abrir. Conviene recordar que, técnicamente, a día de hoy no es necesario tener una licencia de apertura como antiguamente, basta con una comunicación previa (también conocida como declaración responsable) de que abre con los requisitos.
Posteriormente, los agentes municipales acuden y comprueban que es así. De lo contrario, sancionan. Pero para evitar estas sanciones, muchos dueños de locales prefieren abrir bajo una nueva gerencia, de esta manera, el proceso vuelve a empezar, demorándose el cierre. La Chismosa, por ejemplo, había sido sancionada por problemas con su sonógrafo.
Pese a todo, en lo que va de año, según datos de Urbanismo, la sección de Disciplina Urbanística ha tramitado nueve cierres, mientras que el año pasado fueron solo diez. Una media, todo hay que decirlo, muy parecida a la de 2020, en plena pandemia. De esta manera, el Ayuntamiento quiere dar respuesta a los vecinos, sobre todo los del Orzán, que protestan continuamente por las molestias que genera el ocio nocturno.
Especialmente el ruido, lo cual explica por qué la mayor parte de las veces el cierre está relacionado con el uso de apartos indebidos de música o el sonógrafo.
Precisamente fue este el motivo que provocó a finales del mes pasado el cierre del emblemático Grietax, un local situado en el cruce de la calle Sol con Socorro. La razón es que la actual gerencia había acumulado una serie de infracciones relacionadas con el ruido, por las que la Concejalía de Urbanismo ha decidido el cese de la actividad y la retirada de la licencia. En realidad, no es la primera vez: ya se había retirado la licencia en 2019, por varias infracciones acumuladas, y se le había devuelto el permiso.
En realidad, Disciplina Urbanística actúa por reiteración: las sanciones recurrentes terminan acumulándose y no solo acaban por provocar el cierre del local, sino también con multas considerables, algunas de las cuales rondan los cien mil euros, como ocurrió también el mes pasado con el Casino Club de la calle Torreiro, ya cerrado. Fue un proceso largo, porque la multa se había impuesto en 2017.