El Ayuntamiento anunció ayer que cede a la "mayoría" de las peticiones de los vecinos de las Casas de Franco, que estaban descontentos con la forma en la que se realizaban las obras, sobre todo por el muro de metro y medio que los separaba de la ronda de Outeiro. Los vecinos llevaron su descontento hasta el extremo de concentrarse y cortar la calle.
Ahora el Gobierno local anuncia que "el parterre previsto finalmente quedará a la altura de la plataforma de estancia". En realidad, tendrá una altura de 40 centímetros, lo mínimo, aseguran, para instalar nuevas conducciones eléctricas. El aparcamiento subterráneo de la zona hace imposible enterrarlas. Ya habían anunciado una primera reducción de 75 centímetros que no había convencido a los afectados.
Por otro lado, se instalarán nuevas rampas de acceso en los tres portales y, además, se permitirá aparcar en batería, de manera que no habrá apenas pérdida de plazas de aparcamiento.
El pavimento, que tampoco sera del agrado de los vecinos, será sustituido por otros materiales. Las actuaciones cuentan con un presupuesto de 470.000 euros y supondrán la reurbanización de una zona degradada, con nuevos espacios verdes.