A Coruña siempre ha disfrutado de una atmósfera envidiable. Situada en una península en la que sopla a menudo la brisa marina, los niveles de contaminación han sido siempre bajos o, por lo menos, aceptables. Sin embargo, para cumplir con los compromisos europeos todas las ciudades de más de 50.000 habitantes deben contar con una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Eso significa que, a corto plazo, el centro de la ciudad desde la ronda de Outeiro se restringirá al tráfico para reducir las emisiones.
Un ZBE implica no solo instalar nueva señalización sino, sobre todo, el control de accesos mediante cámaras de lectura de matrículas (como las que funcionan desde hace años en la avenida de La Marina, y que se han convertido en una de las principales fuentes de multas de la ciudad). Tampoco hay que olvidar la cuestión del aparcamiento, Se evitará lo que en la jerga se denomina “tráfico de agitación”. Es decir, que solo los vecinos y los transportistas podrán aparcar. El resto, tendrá que resignarse a hacerlo en estacionamientos disuasorios de la periferia y acercarse al centro en transporte público o bicicleta. O a pie, claro, por eso se aumentan las calles peatonales dentro del plan Coruña Camina.
La aprobación de este proyecto está prevista para el próximo pleno, después de que apruebe hoy en la Junta de Gobierno local. Como tantas otras iniciativas, correrá a cargo de los fondos Next Generation, pero se trata de un proyecto complejo, que implica muchos cambios y la instalación de mucha tecnología, de manera que se implantará de forma paulatina. La primera fase del plan se aplica a la plaza de España, Ciudad Vieja y O Parrote-La Marina, aunque también añadirán otras zonas “de población más vulnerable”. Es decir, escuelas, hospitales y residencias de ancianos.
En una segunda fase, se llegará hasta la ronda de Outeiro y el litoral norte: el 29% de la ciudad, o 6,2 kilómetros cuadrados, donde vive el 55% de la población (137.244 habitantes). En todo caso, el proceso no durará mucho, sino que se espera que esté totalmente implantado en 2024.
En total serán 15 millones de euros los que se invertirán en el proyecto, que implicará la utilización de muchos sistemas informáticos, pare de los cuales se desarrollarán en el Centro de investigación en Tecnologías de la Comunicación (Citic) de la Universidad.
El proyecto también implicará una gran cantidad de publicidad y divulgación, puesto que es de esperar resistencia por parte de muchos conductores, que entran y salen a diario de la ciudad, y a los que se les exigirá un fuerte cambio en sus hábitos.