La Policía Nacional y la Guardia Civil dieron a conocer ayer de forma oficial los datos referentes a la operación ‘Garfio-Trunko’ que ha llevado a desarticular una banda albaneses que se dedicaba a traficar con droga que transportaba desde Madrid en coches equipados con compartimentos ocultos. Los agentes se incautaron de 13 kilos de heroína, así como de seis de estos coches, y se han detenido a once sospechosos, en lo que es ya la mayor operación antidroga en A Coruña de este año.
La investigación comenzó a principios de año, cuando los agentes localizaron a un individuo que se dedicaba a vender importantes cantidades de heroína. Poco a poco, fueron descubriendo sus canales de distribución. En julio, detuvieron un coche, pero el compartimento estaba tan oculto que fue necesario recurrir al Servicio de Vigilancia Aduanera, que dispone de máquinas de rayos-x, para localizar los diez kilos de heroína que viajaban en su interior.
Poco a poco, localizaron todos los vehículos (hasta diez) así como la red de escondrijos que el cabecilla, un albanés que tenía prohibido el acceso a la UE pero que se hacía pasar por perito judicial, tenía: cuatro en A Coruña, uno en Carballo, otro en Sada y dos en Madrid.
El miércoles se le dio el golpe de gracia a la organización con ocho registros, incluido uno en la calle de Santo Tomás, en Monte Alto, donde detuvieron a una mujer de avanzada edad que se dedicaba a distribuir la droga a nivel local.
Además de la heroína, las autoridades confiscaron un kilo de hachís, medio kilo de marihuana, 57.000 euros en efectivo, 900 dólares, básculas de precisión y útiles para la manipulación de los estupefacientes. También hallaron un inhibidor de frecuencias, un dispositivo de geolocalización y documentación falsa.