Los Bomberos realizaron un pequeño rescate ayer pocos minutos antes de las siete de la tarde junto a la calle Tabares. Allí, una madre acababa de abandonar su vehículo y se disponía a sacar a su bebé del asiento de atrás cuando se dio cuenta de que había dejado las llaves en el contacto, y de que no podía abrir la puerta, que se había bloqueado. 

Alarmada, llamó a los servicios de emergencia y los Bomberos acudieron poco después. Al examinar la situación, se dieron cuenta de la madre había dejado un resquicio abierto en una ventanilla, de manera que consiguieron introducir un cable y levantar un seguro, con una habilidad digna de un ladrón profesional. 

La madre pudo reunirse al fín con su bebé que, según fuentes cercanas, no parecía ni la mitad de preocupado que su madre, aunque sí levemente desconcertado por la presencia de hombres de cascos amarillos que le rodeaban.